MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Frente Polisario ha acusado este viernes a Marruecos de no estar permitiendo la llegada de suministros a los alrededor de 7.000 saharauis que han acampado a pocos kilómetros de El Aaiún para protestar contra la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y de estar llevando a cabo torturas generalizadas.
En un comunicado, el Ministerio de Información de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD) indica que unas 7.000 personas se han instalado a 18 kilómetros al este de El Aaiún en "campamentos improvisados" como "señal de protesta contra las condiciones socioeconómicas más que precarias y la ocupación de su país, el Sáhara Occidental".
Estas personas, precisa el comunicado, "han optado desde hace tres días por otra forma de resistencia pacífica exiliándose masivamente fuera de las ciudades e instalando campamentos improvisados".
Como respuesta, Marruecos ha enviado al inspector general de las Fuerzas Armadas, Abdelaziz Benani, el director de la Gendarmería, Housni Benslimane, y a altos cargos del Ejército así como a "unidades de las Fuerzas Armadas, de la Gendarmería y fuerzas auxiliares que han procedido a rodear a estas personas con alambradas de espino y a rechazar el abastecimiento de agua, alimentos o medicamentos".
Según el Polisario, "la represión marroquí", en particular en Boujdour cuyos ciudadanos se han solidarizado con los de El Aaiún y Smara, "ha dejado 70 heridos y desembocado en cientos de detenciones". En este sentido, y en base los "testimonios recogidos", el Ministerio de Información denuncia una "práctica generalizada de la tortura".
Así las cosas, ante la "gravedad de la situación", el Polisario "exige un compromiso real por parte de toda la comunidad internacional, dado que la protección de estas personas no puede esperar" y recuerda al Gobierno marroquí que "debe respetar sus obligaciones en materia de derecho humanitario internacional".
En opinión del Frente Polisario, este movimiento de protesta lo que busca es "llamar la atención a la comunidad internacional para encontrar una salida urgente al conflicto del Sáhara Occidental, basada en la justicia y el derecho". La protesta, añade, se produce en vísperas de la visita a la región del enviado especial de la ONU, Christopher Ross, y "demuestra de forma clara la frustración del pueblo saharaui ante el fracaso de la ONU en la aplicación de las resoluciones relativas a la descolonización del Sáhara Occidental".