MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El exministro de Interior de Italia Matteo Salvini ha cuestionado este lunes su presencia para este jueves ante un tribunal de Milán para responder por un delito de difamación tras dedicar todo tipo descalificaciones a la capitana del 'Sea Watch 3', Carola Rackete, durante la crisis migratoria de Lampedusa de 2019.
"Somos el único país del mundo en el que una alemana que pilotaba un barco que transportaba inmigrantes ilegales embistió a un buque del Ejército italiano en un puerto italiano, con el resultado de que el ministro de Interior, no ella, tendrá que acudir a la corte", ha criticado.
Salvini, líder de del partido ultraderechista Liga Norte y ministro de Interior entre junio de 2018 y septiembre de 2019 utilizó sus redes sociales para atentar contra la reputación de Rackete, a quien acusó de hacer "política" con la vida de seres humanos y llamó "criminal" y "comunista rica y mimada".
Por su parte, en un comunicado Rackete ha contado a la agencia de noticias DPA que no acudirá al tribunal de Milán en el que este jueves Salvini deberá responder por estas acusaciones de difamación y que no tenía planes de hacerlo durante el proceso salvo que sea llamada para declarar.
"No tengo absolutamente ningún interés en perder mi tiempo con el señor Salvini, pero creo que la gente tiene que asumir la responsabilidad de sus acciones. Los representantes públicos en particular deben liderar con integridad y abogar por la justicia y la igualdad en lugar de fomentar el odio y la división", ha zanjado.
Rackete se dio a conocer a nivel internacional después de que el 29 de junio de 2109 decidiera atracar en la isla de Lampedusa el buque 'Sea Watch 3' con el que había rescatado dos semanas antes a medio centenar de personas que se encontraban a la deriva, a pesar de la negativa de las autoridades italianas.
Por ello fue arrestada durante unas horas, aunque posteriormente fue absuelta de todos los cargos, aunque eso no evitó que entre junio y julio de ese año, Salvini, cuyas políticas contra la inmigración fijaban penas de hasta un millón para las ONG que rescataban personas en el Mediterráneo, le dedicara todo tipo de diatribas.