ROMA, 19 Mar. (DPA/EP) -
El viceprimer ministro italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha rechazado este martes el atraque en la isla de Lampedusa de un barco de rescate de una ONG con 49 inmigrantes a bordo que habían sido rescatados cerca de la costa libia, y vuelve a poner en el foco las políticas migratorias y la actuación de los Gobiernos europeos en el Mediterráneo.
Los migrantes "pueden ser curados, alimentados, vestidos, se les puede dar todo tipo de bienes de confort, pero hasta donde yo sé, con mi permiso, no pondrán un pie en Italia", ha afirmado Salvini este martes en la televisión SkyTG24.
Mediterranea asegura que rescató a los inmigrantes este lunes, cuando estaban en una lancha de goma a unas 49 millas náuticas (alrededor de 78 kilómetros) de la costa de Libia. El barco de la ONG lleva bandera italiana y está atracado cerca de Lampedusa, una isla italiana que está entre Sicilia y el norte de África.
Salvini ha acusado a la ONG de comportamiento criminal por ser "cómplice de la inmigración ilegal", evitando una operación de rescate de los guardacostas libios, que son los que deberían haber llevado de vuelta a los inmigrantes a Libia, según ha asegurado el líder de la Liga.
El Ministerio del Interior, que él dirige, ha ordenado a los jefes de la Policía, la Armada y los guardacostas que hagan todo lo que esté en su mano para prevenir "la entrada ilegal de inmigrantes en territorio nacional".
Salvini asegura que su política migratoria de puertas cerradas ha contribuido a una caída brusca tanto de las llegadas como de las muertes en el mar. Sin embargo, impedir que los inmigrantes salgan de Libia o que sean devueltos al país africano es una medida controvertida porque están expuestos a violaciones de Derechos Humanos.
Entre las múltiples quejas registradas, en enero la ONG Human Rights Watch denunció que los inmigrantes encerrados en los superpoblados campamentos en suelo libio, incluidos niños, no tienen acceso a comida decente, cuidados médicos ni sanitarios y que son constantemente golpeados.