MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha efectuado una visita al norte de Italia marcada por la polémica y en la que el líder de la Liga, Matteo Salvini, no ha dudado en posicionarse como su principal aliado, pidiendo perdón incluso por las protestas que se han desatado en las últimas horas y que, según el exministro del Interior, "no representan al pueblo italiano".
Bolsonaro llegó a Italia inicialmente para asistir a la cumbre de líderes del G20, pero, acabado este foro, en lugar de emprender rumbo a Glasgow para la cumbre internacional del clima optó por viajar a la zona norte, en una breve gira auspiciada por la Liga de Salvini.
Las protestas se han sucedido en las localidades por las que ha pasado el mandatario de Brasil, que este martes ha recalado en la ciudad de Pistoya, capital de la región homónima. Al grito de "Fuera Bolsonaro", unas 250 personas se han concentrado en la principal plaza de esta localidad, según 'Il Corriere della Sera'.
Bolsonaro y Salvini han homenajeado juntos al medio millar de brasileños fallecidos en la Segunda Guerra Mundial. "La amistad entre nuestros pueblos es más fuerte que la polémica de unos pocos", ha defendido el exministro italiano, que ve "surrealista" la movilización en contra.
El presidente brasileño también ha aprovechado para acercarse a decenas de seguidores, en su mayoría expatriados, que le esperaban en las inmediaciones del cementerio donde se ha celebrado el homenaje, antes de partir hacia el aeropuerto militar de Pisa y embarcar en el avión oficial.