MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, ha recibido este miércoles al líder de la Liga, Matteo Salvini, quien le habría expuesto una voluntad de trabajar en favor de la "pacificación" política tras los reiterados desplantes de la formación ultraderechista, cada vez más crítica con la línea oficial del Ejecutivo.
Draghi asumió las riendas de Italia en febrero, al frente de una administración de emergencia en la que conviven diferentes ideologías e intereses. Salvini ha reconocido abiertamente que desconfía de varios de sus ministros y ha criticado reformas clave como la fiscal.
Ambos líderes se han reunido este miércoles, según la oficina del primer ministro para debatir de las próximas medidas económicas, entre ellas los presupuestos o el decreto en materia tributaria. Sin embargo, parece un primer paso para calmar el convulso escenario político.
El líder de la Liga ha asegurado que está "preocupado", especialmente porque Italia "no puede fallar" antes de la cumbre del G20, el próximo día 30, informa la agencia AdnKronos. Roma recibirá "a los grandes del mundo" y el exministro del Interior cree que, a golpe de enfrentamientos públicos, no se le hace "un buen servicio" a Italia.
"La emergencia es el empleo, no el fascismo", ha esgrimido, después de que varios partidos de izquierda hayan promovido mociones para inhabilitar al partido neofascista Fuerza Nueva, vinculado a las protestas --y disturbios-- del pasado fin de semana.
Salvini quiere que Draghi "lidere un camino de pacificación nacional", si bien precisamente el futuro político del primer ministro es motivo recurrente de especulaciones en Italia. Algunos dirigentes han planteado la posibilidad de que sustituya en la Presidencia de Italia a Sergio Mattarella cuando expire el mandato de éste a principios de 2022.
Esta posibilidad, sobre la que Draghi prefiere no pronunciarse, implicaría en principio el adelanto de unas elecciones que en principio no están previstas hasta 2023. También cabe la posibilidad de que el frágil acuerdo político en Italia termine de saltar por los aires precisamente en busca de un nombre alternativo al de Draghi para la jefatura de Estado.