NUEVA YORK, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El precandidato presidencial del Partido Demócrata Bernie Sanders, en cabeza en la carrera por la nominación, ha generado una polémica principalmente entre los demócratas de Florida, donde la comunidad cubana exiliada tiene un gran peso, debido a su postura con respecto a Cuba y la revolución castrista, alejada de la tradicional hostilidad estadounidense.
"Estamos en contra de la naturaleza autoritaria de Cuba, pero es injusto decir que todo es malo. Cuando Fidel Castro llegó al poder ¿sabe lo que hizo? Instauró un programa de alfabetización enorme. ¿Es eso malo? ¿Por que lo hizo Fidel Castro", afirmó Sanders en una entrevista con la cadena CBS.
La respuesta de destacadas voces demócratas de Florida --tradicionalmente un estado clave en las elecciones presidenciales-- no se ha hecho esperar: "Donald Trump gana Florida si Bernie es nuestro candidato", ha asegurado el miembro de la Cámara de Representantes Javier Fernández.
"Si Bernie Sanders está el primero en la candidatura será más difícil que ganemos en Florida. Nadie ve a Sanders como ganador en Florida y tampoco creo que su campaña lo vea", ha añadido Fernández, quien ya ha declarado su apoyo a Joe Biden.
Sin embargo, desde la campaña de Sanders restan importancia a sus ideas declaradas de "socialismo democrático", un término prácticamente tabú en la política estadounidense: consideran que es un cliché y recuerdan que en las encuestas en Florida Sanders está en empate técnico con Trump, igual que otras opciones como Biden.
En cualquier caso, el propio Sanders ha moderado su discurso y ha criticado al nicaragüense Daniel Ortega o al "dictador" Nicolás Maduro, lo cual no impide que el millonario Michael Bloomberg, embarcado también en la carrera por la nominación demócrata, haya acusado a Sanders de defender el "comunismo" en uno de los últimos debates.
Los propios centristas del Partido Demócrata se declaran horrorizados por la trayectoria de Sanders, ya que consideran que una nominación de Sanders sería una garantía de reelección para Trump.
Desde el entorno de Pete Buttigieg y de Bloomberg han advertido ya de que si el partido no consigue hacer un frente común frente a Sanders antes del 3 de marzo --el Supermartes-- podría lograr un número "irremontable" de delegados.
También los republicanos cargarán contra Sanders por ser un "marxista". "Estamos preparados para descargarlo todo sobre Bernie, pero aún no", ha explicado un responsable de la campaña de Trump citado por el portal Politico.