BOGOTÁ, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha creado este viernes un gabinete especial para seguir la situación en la frontera, tras el cierre ordenado por el Gobierno de Nicolás Maduro, y ha vuelto a exigir "respeto" para los ciudadanos colombianos que viven en Venezuela.
He designado a la canciller, María Ángela Holguín; al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; y al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas; para que hagan parte de una junta directiva que se encargará de liderar la atención en el campo humanitario y económico en las regiones afectadas" ha anunciado al término del Consejo de Ministros
Como medida complementaria, ha indicado que en el departamento de Norte de Santander se instalará una Mesa de Acompañamiento Económico y Social de la Frontera que se encargará de coordinar la acción institucional.
Santos ha aclarado que, a pesar de la dualidad de estas instancias, su prioridad es atender la crisis humanitaria que se ha desatado en la frontera por la deportación de casi 2.000 colombianos que vivían en Venezuela.
"Todos y cada uno de los ministerios y entidades públicas seguirán haciendo su labor para acompañar a nuestros compatriotas en problemas. No descansaremos hasta no verlos establecidos en su propia patria", ha dicho, en declaraciones recogidas por 'El Espectador'.
Además, ha vuelto a reiterar su llamamiento a Maduro para que frene la expulsión de colombianos, así como las declaraciones públicas que contribuyen a estigmatizar a esta comunidad de inmigrantes, que ya ha sido víctima de ataques de odio.
"A Venezuela le exigimos y le exigiremos siempre respeto a los Derechos Humanos para los colombianos que han sido maltratados, colombianos humildes que no son paramilitares, sino personas de carne y hueso que merecen ser tratadas dignamente", ha reclamado.
CRISIS BILATERAL
La tensión entre Colombia y Venezuela se ha disparado desde el 19 de agosto por al ataque que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sufrieron por parte de presuntos paramilitares desde el lado colombiano.
En respuesta, Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos de San Antonio del Táchira y Ureña durante 72 horas, pero el pasado domingo lo renovó y declaró el estado de excepción durante 60 días en algunos municipios de la línea limítrofe.
El dirigente izquierdista ha ordenado igualmente "tomar medidas extraordinarias" para "extirpar la raíz criminal en la frontera" que pasan, principalmente, por mantener "al máximo nivel" la presencia policial y militar en la zona.
Maduro ha atribuido este aumento de la violencia al incesante flujo de colombianos a Venezuela, algunos de los cuales "vienen huyendo de la guerra", si bien otros "han traído el fenómeno del tráfico de drogas", del contrabando y del paramilitarismo.
Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha denunciado deportaciones masivas de los compatriotas que viven legalmente en Venezuela --casi 2.000-- y ha reclamado al país vecino que pare esta "salvajada", pero se ha encontrado sin respuesta.
Tras varias reuniones entre a nivel ministerial para intentar superar la crisis en la frontera --sin que Santos y Maduro hayan hablado, al parecer, por negativa del venezolano-- finalmente este viernes ambos países han llamado a consultas a sus embajadores.