BOGOTÁ, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ordenado este martes a las Fuerzas Armadas desplegarse en La Guajira para repartir agua con el objetivo de paliar la sequía que ha causado la muerte de miles de indígenas wayuú.
"He dado hoy la orden a nuestras Fuerzas Armadas para que vayan a La Guajira y comiencen a repartir en las rancherías 30.000 litros de agua y 5.000 mercados con bienestarina (...) Yo voy a ir el viernes a supervisar que se está haciendo", ha anunciado desde Santa Marta.
Santos ha hecho hincapié en que su Gobierno ha dado seguimiento a la hambruna en La Guajira, recordando que "la semana pasada cinco ministros y altos funcionarios estuvieron allá" para evaluar la situación, según ha informado la Casa de Nariño.
"Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que ni un niño más --¡ni uno!-- vaya a morir por desnutrición", ha prometido. "Es una vergüenza para todo el país, una vergüenza para todos nosotros", ha afirmado, asegurando que estas muertes le "duelen en el corazón".
El líder conservador ya se manifestó en este sentido en la inédita reunión que celebró la semana pasada con las autoridades de todos los niveles de gobierno de La Guajira, pero desde entonces otros tres jóvenes wayuú han muerto de hambre.
LOS NIÑOS WAYUÚ
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado a Colombia adoptar medidas cautelares al considerar que "la vida e integridad personal" de los wayúu, la población indígena de La Guajira, "está en riesgo en vista a la falta de acceso a agua potable".
La escasez de agua, que se debe a la naturaleza desértica de La Guajira y a los proyectos mineros que han proliferado en los últimos años, ha llevado a los wayuú a un estado de desnutrición que se ha cobrado la vida de casi 5.000 niños en ocho años.
La líder wayuú María Tiller, de la Asociación Indígena Alejia Wakuaipa (Retorno a Nuestra Cultura), ha denunciado en 'El Espectador' que la crisis nutricional en La Guajira ha sido ignorada por las autoridades colombianas.
"Las comunidades deben ir hasta la carretera a buscar agua o ubican molinos o pozos cercanos, hablo de aproximadamente 15 kilómetros de distancia o hasta 20. La realidad de todas estas comunidades que están allí es la ausencia del Estado", ha sostenido.