BOGOTÁ, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha intentado sin éxito hablar directamente con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para abordar la crisis generada por la decisión de este último de cerrar la frontera común tras un ataque en el que resultaron heridos tres soldados.
Así lo ha revelado este jueves la ministra colombiana de Exteriores, María Angela Holguín, quien ayer mantuvo una infructuosa reunión con su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, sobre este mismo asunto.
"Lo llamó el fin de semana y no había recibido respuesta de él", ha explicado Holguín en declaraciones a Caracol Radio, aclarando que por ello aprovechó su encuentro con su homóloga para pedir una comunicación directa entre Santos y Maduro. "Le dije que el presidente estaba abierto al momento en el que él (Maduro) lo considerara", ha precisado.
En cuanto a su encuentro de ayer, ha señalado que lo más positivo será la elaboración de un protocolo para la deportación de colombianos que será presentado en los próximos días y que obligará al respeto de los derechos de estos. En este sentido, ha expresado nuevamente el malestar de Bogotá con "la manera" en la que Venezuela ha llevado a cabo las deportaciones: "es algo que no vamos a permitir".
Asimismo, ha confirmado que en los próximos días habrá encuentros de los ministros de Defensa, Hacienda y Minas de los dos países para buscar estrategias comunes para combatir problemas como el contrabando y la inseguridad. Además, Colombia procederá al cierre de 47 pasos de fronteras ilegales para prevenir el delito.
"Aspiro a que sí se abra la frontera y que ellos se den cuenta de que cerrándola no van a lograr que se acaben todas las situaciones que allí se registran", ha remachado la canciller, que previsiblemente volverá a reunirse con su homóloga la próxima semana.
CRISIS BILATERAL
La tensión entre Colombia y Venezuela se ha disparado desde el pasado 19 de agosto por el ataque que tres miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sufrieron por parte de "paramilitares" desde el lado colombiano.
En respuesta, Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos de San Antonio del Táchira y Ureña durante 72 horas, pero el domingo lo renovó y declaró el estado de excepción en algunos municipios de la línea limítrofe.
El inquilino del Palacio de Miraflores ha ordenado igualmente "tomar medidas extraordinarias" para "extirpar la raíz criminal en la frontera" que pasan, principalmente, por mantener "al máximo nivel" la presencia policial y militar en la zona.
El mandatario venezolano ha achacado este aumento de la violencia al incesante flujo de colombianos a Venezuela, algunos de los cuales "vienen huyendo de la guerra", si bien otros "han traído el fenómeno del tráfico de drogas".
Entretanto, este miércoles Santos se ha desplazado hasta la localidad de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, donde ha acompañado la asistencia humanitaria a los colombianos deportados desde el país vecino, aprovechando la ocasión para decirles que su Gobierno "les quiere y les escucha".
"Bienvenidos a Colombia, bienvenidos a su patria, aquí sí les queremos, aquí sí les recibimos, ustedes no son deportados, son colombianos", ha dicho el mandatario colombiano a algunos de los más de 1.000 ciudadanos deportados.
Según cifras oficiales, recogidas por 'El Espectador', 1.085 colombianos han sido deportados, de los cuales 608 han sido enviados a albergues --tanto en Cúcuta como en Villa del Rosario--, mientras que el resto se está quedando con amigos o familiares.