BOGOTÁ, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cuyo Gobierno está inmerso en negociaciones con las guerrillas para acabar con el conflicto armado más antiguo del hemisferio occidental, ha lanzado la Carta de Colombia, un decálogo para lograr la paz en todos los rincones el mundo.
Santos ha aprovechado la presencia en Bogotá de premios Nobel de la Paz, él incluido, para proponer "diez principios sencillos pero poderosos, basados no en política ni diplomacia, sino en ética y espiritualidad, en ideales y valores, que deben señalar la ruta del futuro".
La Carta de Colombia proclama la paz como "un derecho de nacimiento de cada persona", "el derecho supremo de la Humanidad", y, en consecuencia, impone como deber evitar la guerra, subrayando que "siempre debe ser la última alternativa".
"Siempre que sea posible, los conflictos deben terminar mediante el diálogo", defiende y reclama a la comunidad internacional "medidas efectivas para prevenir y limitar las guerras", que "destruyen el tejido humano y representan un fracaso para la Humanidad".
Si la confrontación fuera inevitable, insta a "reconocer a todo enemigo como un ser humano que merece respeto y cuyas motivaciones deben ser entendidas" porque "la eliminación o humillación del adversario es la semilla de más violencia en el futuro".
Para ello, reclama "la adhesión y el respeto a las normas internacionales", en especial al Derecho Internacional Humanitario --las leyes de la guerra--, así como a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Carta de Colombia aboga por tratar la Humanidad como "una sola familia" y, por tanto, a respetar la diversidad --"patrimonio que debemos honrar y cuidar"-- y "promover la tolerancia, la solidaridad, la compasión y el respeto a las diferencias y a los derechos de las minorías, para crear una cultura global de paz".
"Todas las vidas son tan valiosas como nuestra propia vida. Si entendemos esto con nuestros corazones y nuestras mentes, podremos construir y mantener la paz en el mundo para nosotros, para nuestros hijos y las generaciones por venir", concluye.