La ONG está preocupada por los problemas de acceso a las zonas afectadas
MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Save the Children ha expresado este martes su preocupación por la situación de los menores afectados por el terremoto del sábado en Ecuador ya que algunos de ellos siguen atrapados bajo los escombros, otros han quedado separados de sus familias y muchos están durmiendo a la intemperie desde la tragedia por miedo a las réplicas.
"Los esfuerzos de rescate han conseguido salvar las vidas de muchos niños que quedaron atrapados entre los escombros. Hay familias que todavía están buscando a amigos o familiares con sus propias manos", ha explicado la directora de Save the Children en Ecuador y Perú, María Villalobos.
"Aún hay al menos 200 personas desaparecidas, incluyendo niños, y estamos muy preocupados porque el acceso a las zonas afectadas es muy difícil debido a los desprendimientos de tierra, los edificios que aún se derrumban, las carreteras inestables y la falta de suministros", ha precisado en un comunicado.
Según la ONG, entre 3.000 y 5.000 personas necesitan urgentemente un lugar donde refugiarse. "Se están estableciendo campamentos temporales tan rápido como se puede, pero muchas familias están aún durmiendo al raso y tenemos constancia de niños que no han encontrado aún a sus familias", ha indicado.
El terremoto ha destruido al menos 500 edificios y hay 146 escuelas severamente afectadas, además de un número considerable de hospitales y centros de salud dañados, lo que dificulta el tratamiento de los heridos.
"Las autoridades han desplazado hospitales móviles y unidades de respuesta rápida a las ciudades más afectadas, entre ellas el centro de Portoviejo, Manabí, que ha quedado completamente destruido. Tan solo el cinco por ciento de la población tiene acceso a la electricidad y nueve carreteras de la provincia han quedado completamente bloqueadas por escombros", ha precisado Villalobos.
"Estamos en un contexto extremadamente peligroso y caótico para los más vulnerables, sobre todo para los niños solos o para los que están heridos o aislados en áreas incomunicadas", ha alertado la responsable de Save the Children.
TRABAJO CONTRARRELOJ
La ONG está trabajando contrarreloj junto con el Gobierno ecuatoriano y las autoridades localespara ayudar a las familias afectadas, especialmente en el norte del país, en Muisne, en la provincia de Esmeraldas.
"Muisne es una de las áreas más pobres de la provincia de Esmeraldas, el 98% de la población vive bajo el umbral de la pobreza y el 80% vive en zonas rurales", ha explicado Villalobos. "Ahora, cerca del 90% de las infraestructuras han quedado críticamente dañadas, dejando a la mitad de la población desplazada y a un gran número de niños en peligro", ha añadido.
"Los niños están ahora de vacaciones y estaba previsto que las clases se reanudaran el 1 de mayo, aunque aún no es seguro", ha indicado. En este sentido, la ONG prevé el reparto de "1.500 kits escolares para asegurar que los niños pueden volver a clase y continuar con su educación lo antes posible".
Asimismo, Save the Children también trabajará proporcionado apoyo psicológico a los niños y repartirá 800 kits con tiendas, comida, generadores de electricidad y materiales para la higiene.