Save the Children atribuye los obstáculos a las ONG en el Mediterráneo a que son "testigos incómodos"

Migrantes rescatados por Save the Children en el Mediterráneo
REUTERS / STEFANO RELLANDINI
Actualizado: martes, 24 octubre 2017 18:06


MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

Save the Children anunció esta semana el final de sus operaciones de rescate en la zona central del Mediterráneo, víctima de unas presiones y unos obstáculos que evidencian que las ONG que han salvado miles de vidas se han convertido en "testigos incómodos" de la tragedia, según uno de sus responsables.

El director de Cooperación Internacional, David del Campo, ha confirmado a Europa Press el final de los trabajos del barco 'Vos Hestia', con el que la organización ha patrullado la zona desde septiembre 2016. Durante este tiempo, ha rescatado a más de 10.000 personas, de las cuales una cuarta parte eran niños --un 90 por ciento de ellos menores no acompañados--.

"Nos avalan los datos", ha defendido Del Campo, quien ha denunciado los obstáculos sufridos tanto por Save the Children como por otras ONG que han ido suspendiendo sucesivamente sus operaciones. "Cuesta explicar que a las ONG que salvamos vidas nos lo pongan cada vez más difícil", ha apostillado.

Save the Children ya ordenó una primera paralización de sus actividades en septiembre, después de que los barcos de las organizaciones fuesen obligados a alejarse al menos 70 millas de las costas libias, ampliamente por encima de las 12 millas contempladas hasta entonces. Volvieron al trabajo después de que el límite de millas fuese rebajado a 50.

Del Campo ha subrayado, tomando como referencia estos datos, que tanto las autoridades italianas como el operativo europeo en general "quieren lejos a las organizaciones que salvan vidas", que han terminado convirtiéndose en "testigos incómodos" de la tragedia incesante.

En este sentido, ha denunciado las sucesivas "cortinas de humo" esgrimidas contra las ONG, la última de ellas el registro policial llevado a cabo por las fuerzas de seguridad italianas en el 'Vos Hestia'. "No hay nada, ningún expediente abierto", ha advertido Del Campo, que no obstante ha reiterado la voluntad de Save the Children de colaborar para resolver cualquier duda.

También ha reprochado las críticas vertidas por distintos gobiernos contra las ONG, a las que han llegado a acusar de generar un efecto llamada o de colaborar con las mafias. Esta última acusación "roza el absurdo", en opinión de Del Campo, quien ha recordado que Save the Children forma parte del operativo militar y no hace nada sin que lo sepa antes la Guardia Costera.

El responsable de la ONG ha recalcado, además, que "no hay un solo refugiado que haya sido sentenciado por terrorismo", frente a quienes aseguran que las pateras se han convertido en una forma de paso para que los radicales den el salto del norte de África al sur de Europa.

ACUERDO CON LIBIA

Del Campo ha asegurado que los gobiernos europeos no quieren que las ONG estén presentes en la zona cuando esté terminado el acuerdo con Libia, que incluye tareas de capacitación de la Guardia Costera. Una vez concluido dicho pacto, corresponderá a los guardacostas libios encargarse "supuestamente" de las operaciones de rescate, algo que el responsable de Cooperación Internacional de Save the Children ve "difícil" de lograr en apenas unos meses y con el país "partido en dos".

Por parte de Save the Children, ha añadido, el compromiso no termina y la organización no descarta retomar en el futuro las operaciones en el Mediterráneo central --"cuando se cumplan las condiciones", ha matizado--. "Seguiremos intentando cumplir con nuestro mandato humanitario, que es el de salvar vidas", ha señalado.

Sin embargo, también ha pedido a los países de la UE que asuman su parte de "responsabilidad" y dejen a un lado "la inacción y la irresponsabilidad", al tiempo que ha lamentado que Italia se haya quedado "sola" ante la llegada masiva de cientos de miles de personas.

Del Campo ha reclamado "vías seguras y legales" para contener el drama humanitario, en la medida en que, sin alternativas de este tipo, "lo que hay es un negocio para las mafias". En este sentido, ha recordado que cerrar una ruta lo único que provoca es que el flujo migratorio se redirija hacia otra en la que quizás "no habrá testigos".

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