MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Save the Children ha comunicado este sábado su "consternación" por el ataque aéreo contra un hospital materno gestionado por sus socios locales ayer en Idlib, Siria, que afectó a la parte frontal del edificio y en el que murieron dos personas.
Varios bebés quedaron heridos cuando sus incubadoras cayeron al suelo y una mujer embarazada de seis meses perdió una pierna. Otras dos mujeres tienen heridas de metralla en el estómago y varios pacientes y personal del hospital tienen heridas leves. Cuatro horas después del ataque, el director del hospital informaba de que los cazas seguían sobrevolando la zona.
"Bombardear un hospital materno que está ayudando a madres que viven bajo la sombra de la guerra a dar a luz es un acto vergonzoso, ya sea de forma intencionada o porque no se tuvo cuidado a la hora de evitar zonas civiles", afirma Sonia Klush, Directora de Save the Children en Siria.
"No hay excusa y desafortunadamente se trata del último de una serie de ataques contra instalaciones médicas en Siria. Condenamos estos ataques, que son ilegales ante el derecho internacional, de la forma más enérgica posible. Necesitamos un alto el fuego inmediato en Siria y el fin de los bombardeos a instalaciones médicas", ha añadido.
En el momento del bombardeo se estaban produciendo dos operaciones y una mujer estaba de parto. Solo funciona la sala de emergencia y el generador quedó dañado en el ataque.
Se trata del único hospital materno de este tipo en la zona, que atiende a más de mil mujeres y niños al mes y donde nacen cientos de bebés. Save the Children ha estado trabajando con este hospital durante más de dos años.