MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONG Save The Children ha advertido este martes de que alrededor de 2,7 millones de niños en Siria no pueden ir a la escuela porque se ven obligados a trabajar para poder sustentar a sus familias, a causa de la grave situación económica que sufren la inmensa mayoría de las familias como consecuencia de la guerra.
Cientos de niños sirios sufren explotación laboral en Siria y en Turquía. Save The Children considera "intolerable la explotación y el abuso de la población refugiada" y ha exigido que las empresas implicadas en el escándalo tomen medidas de manera inmediata y actúen de acuerdo con sus criterios de responsabilidad informativa.
La crisis humanitaria que está teniendo lugar entre la población siria a causa de la violencia en su país está provocando que cada vez haya más niños sirios que trabajan de manera irregular para grandes empresas, en su mayoría textiles, tanto dentro de Siria como en los diversos países donde solicitan refugio.
Según un informe publicado recientemente por Save The Children, los niños contribuyen a la economía familiar en más de tres cuartas partes de los hogares. En Jordania, cerca de la mitad del total de los niños sirios refugiados son actualmente el sustento de la familia. En algunas zonas de Líbano hay niños de hasta seis años trabajando.
"La crisis de Siria ha reducido drásticamente las oportunidades laborales de las familias y ha empobrecido millones de hogares en la región, provocando que el trabajo infantil alcance niveles críticos. Conforme aumenta la desesperación en las familias, los niños trabajan básicamente para sobrevivir", ha denunciado el director general de Save The Children, Andrés Conde.
NIÑOS SIRIOS TRABAJANDO PARA MARCAS INTERNACIONALES
Este lunes, la BBC desveló que varios niños refugiados sirios han estado trabajando en Turquía en la elaboración de prendas de vestir para firmas textiles británicas, de acuerdo con una investigación realizada por el programa Panorama.
Los reporteros investigaron varias fábricas textiles que operan en Turquía y descubrieron a cuatro niños refugiados trabajando para la empresa Marks and Spencer y para la firma de venta por Internet Asos. Todas las empresas aludidas han asegurado que supervisan con cuidado sus cadenas de suministro y no toleran la explotación de niños o refugiados.
Los refugiados, según la BBC, ganan frecuentemente menos de una libra esterlina a la hora (una libra equivale a 1,12 euros, según el cambio de este lunes), una cantidad que está claramente por dejabo del salario mínimo en Turquía.
Uno de los refugiados contó a la BBC que les tratan mal en la factoría y que si les pasa algo, nadie les atiende. "Si algo le pasa a un sirio, le tiran como a una prenda de ropa", ha señalado. El más joven de los refugiados tiene quince años y ha asegurado que ha estado trabajando más de doce horas al día planchando ropa que luego se envía a Reino Unido.