POTSDAM, 14 Ene. (DPA/EP) -
Miles de personas han salido este domingo a las calles de Berlín en una concentración abanderada por el canciller alemán, Olaf Scholz y la ministra de Exteriores del país, Annalena Baerbock, para protestar contra la extrema derecha después de que se diera a conocer un plan del partido ultra Alternativa para Alemania (AfD) con vistas a la deportación de cientos de miles de migrantes.
Unas 10.000 personas participaron en la manifestación del domingo en el antiguo mercado o Altmarkt, según informó el alcalde de Potsdam, Mike Schubert, que había convocado la protesta.
Potsdam es la capital del estado de Brandeburgo, que limita con Berlín, y allí viven tanto Scholz como Baerbock. Los manifestantes sostenían carteles con lemas como "Nos mantenemos unidos" y otros que elogiaban a una población multiétnica.
"Estoy aquí como uno de los miles de habitantes de Potsdam que defienden la democracia y contra el viejo y el nuevo fascismo", ha declarado Baerbock.
En la manifestación también participaron líderes locales del Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), los Verdes y la Izquierda.
La protesta se produjo en respuesta a un informe del medio de comunicación Correctiv a principios de semana, que reveló detalles de una reunión en una villa de Potsdam en noviembre a la que asistieron miembros de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), algunos miembros de la CDU y miembros del grupo conservador Werteunion.
El exlíder del movimiento identitario de extrema derecha en Austria, Martin Sellner, confirmó que en la reunión habló de la deportación o "remigración" de inmigrantes, un término empleado por grupos extremistas para describir la expulsión en masa de extranjeros.
Según Correctiv, Sellner mencionó durante la reunión de Potsdam tres grupos destinatarios: los solicitantes de asilo, los extranjeros con derecho a permanecer en el país y los "ciudadanos no asimilados". El alcalde de Potsdam, Schubert, afirmó: "Estos planes recuerdan el capítulo más oscuro de la historia alemana". Por lo tanto, es hora de que los alemanes den la cara y defiendan la democracia, afirmó.