El canciller alemán argumenta que la llamada "era importante" y garantiza a Ucrania que no actuará a sus espaldas
MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha defendido este domingo la criticada llamada telefónica que mantuvo el viernes con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, la primera en dos años, y que el mandatario alemán ha justificado dada su importancia, si bien también ha indicado que el presidente ruso no ha cambiado de postura sobre su estrategia de guerra en Ucrania, lo que "no son buenas noticias".
Al poco de aparecer las primeras informaciones sobre la llamada, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lamentó la conversación telefónica al entender que esta puede suponer la primera de otras muchas conversaciones con otros líderes. "Ha abierto la caja de Pandora", ha dicho. "Ahora puede haber otras conversaciones, otras llamadas y esto es exactamente lo que Putin quería durante mucho tiempo", manifestó el presidente ucraniano.
"Era importante", ha contraargumentado Scholz ante los medios antes de volar a Brasil para participar en la cumbre del G20. "La conversación fue bastante detallada, pero la postura del presidente ruso poco ha cambiado y esto no son buenas noticias", ha añadido en declaraciones recogidas por el diario alemán 'Die Welt'.
El canciller ha insistido en que, sobre todo, hace falta ser "claro" en "la cuestión de principios de que Ucrania puede confiar" en su país y "no se adoptará decisión alguna sin tener en cuenta a sus líderes".
Scholz también se ha manifestado sobre una posible conversación entre Putin y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump al argumentar que sería incoherente que este tipo de diálogo no pudiera ocurrir con Alemania.
"No me parece buena idea que se planteen conversaciones entre el presidente estadounidense y el presidente ruso en un futuro próximo y que en cambio no mantenga conversaciones el jefe de Gobierno de un importante país europeo" como Alemania.
POLONIA, FINLANDIA Y LITUANIA CUESTIONAN LA UTILIDAD DE LA LLAMADA
Una de las reacciones internacionales más contundentes a la llamada de Scholz fue la protagonizada el sábado por el ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, quien pidió que la llamada se convierta en "el último aliento" de una estrategia fallida "de negociar territorios a cambio de paz con un dictador genocida".
Este domingo se ha sumado a la misma opinión el primer ministro polaco, Donald Tusk, quien ha asegurado en su cuenta de X que "a Putin no se le detiene con llamadas de teléfono" y que el ataque masivo efectuado esta pasada noche por Rusia -- más de 200 proyectiles que han incapacitado parte de la infraestructura ucraniana -- es el claro ejemplo de que "la diplomacia telefónica" no sustituye al verdadero apoyo a Ucrania.
También la ministra de Exteriores finlandesa, Elina Valtonen, ha pedido a los líderes europeos contención si deciden seguir los pasos del canciller. "Lo más importante es que entiendan que esto no se puede convertir en una competición para llamar la atención del Kremlin", ha aseverado.