MADRID 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido este viernes en una llamada con el primer ministro polaco, Donald Tusk, su decisión de reforzar los controles en las fronteras terrestres de Alemania para tratar de limitar la llegada de inmigrantes en situación irregular tras las críticas de Varsovia.
"Ambos coincidieron en que los desafíos de la migración irregular y las actividades de contrabando sólo pueden abordarse de manera conjunta y que es esencial una estrecha cooperación entre los socios europeos", ha señalado el portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit.
Asimismo, han acordado "fortalecer la protección de las fronteras exteriores de Europa, especialmente en vista de la cínica explotación de los migrantes por parte de Bielorrusia". El portavoz ha indicado en un comunicado que Scholz y Tusk permanecerán "en estrecho contacto" sobre estos temas.
Esto se produce después de que el primer ministro polaco anunciara el martes que solicitará consultas "urgentes" a nivel de la UE sobre estas acciones por parte de Berlín, que catalogó de "inaceptables". "No tengo ninguna duda de que la situación política interna (alemana) está exacerbando este tipo de pasos", señaló.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores polaco, Pawel Wronski, también aseguró que esta medida de Alemania de aumentar los controles fronterizos es "contraria a los tratados, al espíritu Schengen y a la cooperación europea".
La Comisión Europea confirmó el martes haber recibido la notificación formal remitida por el Ministerio de Interior alemán para informar de su decisión de reintroducir controles sistemáticos en su frontera terrestre con otros países de la UE, un refuerzo de la frontera que el Código Schengen sólo permite en situaciones excepcionales por razones de seguridad y orden público.