El presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, en Berlín - Europa Press/Contacto/Bernd Elmenthaler
Los líderes evitan pronunciarse sobre el despliegue de tropas en territorio ucraniano
BERLÍN, 15 Mar. (DPA/EP) -
El canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el primer ministro polaco, Donald Tusk, han anunciado este viernes en una cumbre trilateral celebrada en Berlín que aumentarán la compra de armas "en todo el mercado mundial" a fin de ayudar a Kiev en su lucha contra Rusia.
Los tres países han prometido aumentar la ayuda militar a Ucrania en medio de los llamamientos de Kiev para que los aliados incrementen sus fondos a las tropas ucranianas a fin de cubrir todas sus necesidades en el frente.
En concreto, el canciller alemán ha anunciado en una rueda de prensa conjunta con Macron y Tusk que los socios establecerán una nueva coalición para suministrar misiles de largo alcance a Kiev bajo el formato 'Ramstein' y que ampliarán la producción de equipo militar en cooperación con los socios.
"Los tres nos tomamos en serio nuestro apoyo a Ucrania", ha señalado Scholz, mientras que, por su parte, Macron ha resaltado que los tres países permanecen "unidos" al compartir la opinión de que de la situación en Kiev depende su seguridad y su futuro.
"Haremos todo lo posible para garantizar que Rusia no pueda ganar esta guerra", ha subrayado el francés, que esta semana ha vuelto a protagonizar una polémica al insistir en una entrevista a la cadena TF1 que los aliados deben dejar la puerta abierta a todas las opciones, incluyendo el envío de tropas a Ucrania.
Ninguno de los tres líderes ha hecho referencia a esta posibilidad, que ya fue descartada por la OTAN cuando Macron puso sobre la mesa el despliegue a finales de febrero, unas palabras que causaron malestar en el seno atlántico.
Por su parte, Tusk ha resaltado que Alemania, Polonia y Francia --que forman parte del llamado Triángulo de Weimar, un grupo formado en 1991-- hablan "con una sola voz" y ha compartido la postura de que la seguridad del continente europeo está en juego debido a la guerra.
La reunión trilateral se produce después de que el canciller alemán reiterase su negativa a enviar misiles de largo alcance Taurus a Kiev, un tipo de armamento que permitiría destruir depósitos de municiones rusos, centros de mando protegidos e infraestructuras bélicas vitales más allá de la línea del frente.
Scholz argumenta que este tipo de suministro implica un despliegue militar por parte de Alemania fuera del país para entrenar a las fuerzas ucranianas en el uso de estos sistemas, que tienen un alcance de 500 kilómetros y que se podrían utilizar directamente para atacar territorio ruso. Esto se podría interpretar como una entrada más directa de Berlín en la guerra.