El canciller alemán, Olaf Scholz. - Lisi Niesner/Reuters/Pool/dpa
BERLÍN, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha prometido a Ucrania que financiarán la entrega directa de armamento a través de su industria, no así de sus Fuerzas Armadas ya que sus capacidades no son ilimitadas.
"Le hemos pedido a la industria armamentista alemana que nos diga qué material puede suministrar en un futuro cercano", ha señalado Scholz, quien ha hecho saber a Ucrania, según ha contado, que proporcionarán los fondos necesarios para sufragar estas compras, en un momento en el que Kiev sigue insistiendo en recibir armas.
"Las lista incluye armas antitanques, de defensa aérea, municiones y aquellas que pueden utilizarse en un enfrentamiento de artillería", ha detallado a los periodistas en Berlín tras una videoconferencia con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes del G7.
Scholz se ha mostrado partidario de suministrar aquel tipo de armamento que las fuerzas ucranianas sepan ya utilizar y ha descartado que el grueso de estas entregas se produzcan a través del Ejército alemán ya que las existencias están "casi agotadas".
No obstante, ha enfatizado que Alemania seguirá apoyando a Ucrania junto al resto de sus socios de la OTAN, organización, ha aclarado, que no intervendrá de manera directa en este conflicto que está cerca de cumplir dos meses.
En ese sentido, ha señalado que los socios de la Alianza que suministren a Ucrania armamento de diseño soviético recibirían sus reemplazos correspondientes.
Por otro lado, ha querido también mostrar su solidaridad con el pueblo ucranianos, después de la última ofensiva de Moscú sobre el este del país. "Sentimos una tristeza infinita por las víctimas", así como una "ira infinita" contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y "esta guerra sin sentido".
"El sufrimiento en Ucrania no puede dejar a nadie indiferente", ha dicho el canciller alemán, que ha celebrado junto a otros líderes de la OTAN la estrecha cooperación que han demostrado esta semanas y que Putin no esperaba.