MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha condenado el atentado ejecutado este miércoles en la capital de Turquía, Ankara, que se ha saldado con al menos 28 muertos y 61 heridos.
En su comunicado, ha expresado su deseo de que los responsables del atentado sean "rápidamente llevados ante la justicia", al tiempo que ha trasladado sus "sentidas condolencias" a los familiares de las víctimas.
El incidente ha tenido lugar en la zona centro de la ciudad, aunque la columna de humo ha sido visible desde otros puntos de la capital. "Oí una potente explosión. Había humo y un olor muy fuerte aunque estaba a unas manzanas de distancia", ha relatado un testigo a Reuters.
El Ejército ha confirmado que la explosión se produjo cuando varios autobuses esperaban en un semáforo. El atentado ha tenido lugar cerca de una residencia de las Fuerzas Armadas y de otros edificios oficiales, entre ellos el cuartel general del Ejército del Aire y el Parlamento.
Un portavoz del Gobierno ha añadido que, tras la primera explosión, las fuerzas de seguridad han detonado de forma controlada un paquete sospechoso.
Tanto el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como el primer ministro, Ahmet Davutoglu, han cancelado los viajes que tenían previsto realizar a Bruselas y Azerbaiyán para seguir de cerca las informaciones referentes al atentado.
Ningún grupo se ha atribuido el suceso y el Gobierno ha aclarado que, por el momento, no tienen ninguna hipótesis confirmada al margen de que se trata de un ataque muy bien planeado. Fuentes de los servicios de seguridad han advertido de que las primeras pesquisas apuntan al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Ankara ya fue escenario en octubre de 2015 de un doble atentado ejecutado por el Estado Islámico que causó más de cien muertos, mientras que en enero de este año diez turistas perdieron la vida por la inmolación de un terrorista en el corazón turístico de Estambul.