LISBOA, 26 May. (Reuters/EP) -
Centenares de hospitales y colegios de todo Portugal se han cerrado o han mantenido los servicios mínimos este viernes durante una huelga de los trabajadores del sector público para conseguir más aumentos salariales por parte del Gobierno socialista.
El Gobierno ya ha dado marcha atrás a algunas de las medidas de austeridad de la anterior administración, recortando los impuestos y aumentando los salarios y pensiones en un intento por impulsar el crecimiento. Pero también ha mantenido la disciplina presupuestaria y el año pasado redujo el déficit a su nivel más bajo en cuatro décadas.
Los salarios en el sector público son bajos por los recortes aplicados durante la crisis, por lo que los sindicatos buscan subir de nuevo los sueldos un 2,5 por ciento el próximo año. El Gobierno ya ha prometido aumentar el salario mínimo mensual de 530 euros a 557 euros en 2017.
Cerca del 75 por ciento de todos los trabajadores se unieron a la acción sindical y la participación en el sector de la educación y la sanidad se ha acercado al 90 por ciento, según ha explicado la coordinadora del Frente Común de Sindicatos del Sector Público, Ana Avoila, quien ha añadido que "cientos y cientos de escuelas están cerradas".
El sindicato de docentes de los portugueses, Fenprof, ha amenazado este viernes con organizar huelgas y protestas en junio si el Gobierno no responde a sus demandas de una progresión laboral y jubilación más favorable y se acaba con el empleo precario en el sector, ha explicado su líder, Mario Nogueira.
Las demandas de salarios más altos, el pago de horas extras y ascensos llega después de que la Comisión Europea recomendara el lunes poner fin al proceso disciplinario contra Portugal por su excesivo déficit, lo que daría más libertad al Gobierno para definir sus políticas públicas.