MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los sectores afines al partido del expresidente boliviano Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), han trasladado este jueves que mantienen la convocatoria a movilizaciones en rechazo al aplazamiento de las elecciones, pero han mostrado su predisposición a "discutir".
Así lo han hecho tras una reunión que han mantenido con representantes del Tribunal Supremo Electoral (TSE) del país andino, que buscaba exponer a estas organizaciones sociales, lideradas por la Central Obrera Boliviana (COB) las bases técnicas, científicas y constitucionales que justifican el cambio de fecha de los comicios, ahora previstos para el 18 de octubre.
"Existe predisposición de discutir, nos lo han hecho conocer también (las autoridades). Vamos a esperar a la próxima convocatoria, lo analizarán. Reitero que la lucha sigue en pie, nosotros vamos a seguir con esa convocatoria a movilización que hemos emitido", ha informado el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, a la salida del encuentro.
Según Huarachi, los sectores sociales han acudido a la cita "en nombre del pueblo", con el objetivo de exponer su posición, según ha informado el diario local 'Página Siete'. La postura de las organizaciones sociales en cuestión es que se cumpla le ley sancionada en la Asamblea Legislativa Plurinacional y promulgada por el Gobierno que establecía el 6 de septiembre como la fecha elegida para las elecciones.
Los grupos afines al MAS, que también acusan al Gobierno interino de Bolivia de intentar perpetuarse en el poder, celebraron una marcha el pasado martes en la que decidieron llevar a cabo una huelga general indefinida y bloqueo de carreteras si el TSE no restablecía el 6 de septiembre como fecha para los comicios.
El Gobierno, liderado por Jeanine Áñez, tildó la marcha de "política" y de "atentado contra la salud pública", ya que se llevó a cabo en plena pandemia del coronavirus.
Interrogado sobre las movilizaciones, el presidente del TSE, Salvador Romero, ya advirtió de que no cambiarán la decisión de la autoridad electoral, aclarando asimismo que hay "plena cohesión" en el TSE, a pesar de que dos vocales "manifestaron una disidencia", algo que ha considerado "normal en un cuerpo colegiado".
CRISIS POLÍTICA
La actual crisis política en Bolivia estalló con las pasadas elecciones del 20 de octubre. La oposición denunció un fraude electoral por parte de Morales que vino a ser confirmado por la Organización de Estados Americanos (OEA) al detectar "irregularidades".
Morales dimitió y se exilió --primero a México y luego a Argentina--, dando lugar a una ola de disturbios que se saldó con más de 30 muertos en enfrentamientos entre partidarios y detractores suyos y con las fuerzas de seguridad.
Los partidos acordaron repetir las elecciones el 3 de mayo pero tuvieron que ser aplazadas por el coronavirus. Ante la imposibilidad de fijar una nueva fecha, el Congreso --controlado por el MAS-- señaló el 6 de septiembre, algo aceptado por el TSE, aunque no tanto por el Gobierno interino de Jeanine Áñez, que insistía en aplazar aún más los comicios.
Tanto el TSE como el Gobierno de Áñez temen que la votación coincida con el "pico" de la pandemia en Bolivia, que se espera en los próximos meses, si bien el MAS denuncia una táctica del nuevo oficialismo para impedir que Arce, favorito en las encuestas antes de la crisis sanitaria, gane las elecciones presidenciales.