Vladimir Putin
GRIGORY DUKOR/REUTERS
Actualizado: domingo, 26 noviembre 2017 8:29


MOSCÚ, 26 Nov. (Reuters/EP) -

Sectores críticos con el presidente ruso, Vladimir Putin, han alertado de que la renovación política que pretende es un lavado de cara para ganar apoyos en las próximas elecciones de marzo de 2018, en las que se postula para el que sería su cuarto mandato.

Putin ha asegurado que tiene la intención de renovar a la vieja élite política para dejar paso a gente joven "con fuego en los ojos". Putin ha dicho que su objetivo es crear "un nuevo cuerpo de gobernadores jóvenes prometedores que piensen en el futuro de la región y de toda Rusia".

Una quinta parte de los 85 gobernadores regionales del país han sido reemplazados este año y casi la mitad del Parlamento cambió tras las elecciones del año pasado. Putin considera que una nueva generación política puede impulsar el futuro económico y político de Rusia.

Sin embargo, este cambio no ha supuesto una renovación de las cámaras parlamentarias. La edad media de los diputados ha aumentado desde un 52,6 en 2012 hasta un 55,5 este año, y en la Duma en particular, la edad promedio ha aumentado de 51 a casi 53 desde 2012.

Los sectores críticos le reprochan que los nombramientos no están afectando a los cargos de mayor nivel, por lo que estamos hablando de un cambio superficial para crear la ilusión de un cambio político que no existe y comparan el sistema que el presidente ha construido con el estancamiento que sufrió la Unión Soviética en la época de Leonid Brezhnev, una acusación que el Kremlin rechaza.

"Esta situación se parece a la era de Brezhnev en que hemos caído en una estabilidad maligna de la que no hay salida. Para Putin no hay riesgos porque el sistema funciona y le obedece. Los riesgos son para el país y la economía. El modelo de estabilidad está sustentado en un sistema de lealtad y corrupción. Fuera de Moscú, donde se genera riqueza, hay un estancamiento, ha declarado a Reuters el analista político independiente Dmitri Oreshkin.

UNA MEDIDA ELECTORALISTA

En los puestos de la administración presidencial, la edad promedio es de 57 años, mientras que en 2012 era de 53,2 y en el Consejo de Seguridad, presidido por Putin, la edad promedio es de 60,4 años y solo ha visto dos cambios en su composición de 12 miembros en los últimos dos años.

"En el Kremlin se piensa que nuevas caras en los puestos de responsabilidad pueden reducir la infelicidad de la población y aumentar la participación en las elecciones", ha señalado la académica Natalya Zubarevich en un documento para el Centro Carnegie de Moscú.

Algunos analistas apuntan a que los cargos renovados son todos partidarios de Putin a quienes puede influir fácilmente aun si abandonase el puesto de presidente. "Está entrenando a jóvenes de 30 y 40 años para los que se convertirá en padre político", ha declarado el periodista Sergei Dorenko al diario ruso 'Komsomolskaya Pravda'.

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