Rafael Correa
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Actualizado: jueves, 11 febrero 2016 6:13


QUITO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cientos de simpatizantes del Gobierno de Rafael Correa han salido este miércoles a las calles de la capital de Ecuador, Quito, para manifestarse a favor de las últimas medidas anunciadas por el Ejecutivo sobre las Fuerzas Armadas, cuya cúpula ha sido recientemente reemplazada.

Desde el Palacio de Carondelet, el mandatario ecuatoriano ha lamentado que "torpemente se quiera desestabilizar" y "politizar" todo, en referencia a las últimas críticas a los presuntos planes del Gobierno de reducir los fondos de la seguridad social castrense.

En este sentido, ha instado a los soldados del país a "no dejarse sorprender" por quienes advierten de una supuesta afectación al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas.

Estas declaraciones llegan poco después de que el presidente cesase "anticipadamente" al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Luis Garzón, y a su equipo por acusar al Gobierno de intentar recortar los fondos del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) revisando un contrato entre el ISSFA y el Ministerio de Medio Ambiente por un supuesto sobrecoste.

El ISSF vendió en 2010 al Ministerio 220 hectáreas de terreno en Los Samanes, Guayaquil, para construir un área recreativa por 48 millones de dólares, un precio que ahora el Gobierno considera desproporcionado y que, en consecuencia, ha mandado analizar, según ha informado el diario ecuatoriano 'El Universo'.

"Estar muy atentos, el viejo país quiere regresar y todo lo van a politizar. Ustedes a seguir confiando en su gobierno, tenemos que sacrificarnos mucho más; por ese viejo país que quiere regresar, por esa politiquería, probablemente nos tengamos que ver muchas veces en esta plaza", ha agregado Correa.

Este mismo miércoles, mientras el presidente se dirigía a sus seguidores, un grupo de militares retirados se han reunido en la avenida De los Shyris y han mostrado su malestar por la decisión en torno al ISSFA. Los manifestantes han intentado cortar el tráfico en varias ocasiones y han tenido que ser frenados por un fuerte contingente policial de aproximadamente 200 agentes.

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