WASHINGTON, 28 Ene. (Reuters/EP) -
Una investigación encargada por el Senado de Estados Unidos ha puesto de manifiesto que el Departamento de Salud y Servicios Humanos del país (HHS, por sus siglas en inglés) no dispone de unos procedimientos adecuados para proteger a los menores inmigrantes no acompañados, después de documentarse varios casos de abuso y explotación infantil.
La investigación se inició tras notificarse un caso de abuso contra al menos seis menores guatemaltecos que fueron obligados a trabajar durante largas horas en una granja de huevos del condado de Marion, en el estado de Ohio.
Según el senador republicano Rob Portman, seis personas han sido imputadas en relación a estos hechos. El delito podría haberse prevenido si el HHS hubiera adoptado medidas lógicas para filtrar los hogares de acogida y para comprobar el bienestar de este colectivo de niños en riesgo, ha afirmado.
La investigación ha dado a conocer casos adicionales de menores que han sufrido abusos tras ser liberados, que ahora están siendo analizados por el Subcomité Permanente para las Investigaciones.
"Es intolerable que el tráfico de personas --la esclavitud moderna-- pueda producirse en nuestro patio trasero", ha lamentado el senador republicano. "Pero, lo verdaderamente alarmante de casos como el de Marion es que la agencia gubernamental estadounidense era la responsable de entregar a algunas de sus víctimas a sus abusadores", ha añadido.
La Administración del presidente demócrata Barack Obama sufrió una oleada de críticas en 2014 después de que un gran flujo de menores indocumentados cruzaran la frontera sur del país. Una crisis humanitaria de difícil gestión logística para las autoridades que intentaban controlar el flujo de llegadas. La administración Obama tuvo que lidiar al mismo tiempo con la presión de varios grupos, entre ellos el colectivo de inmigrantes, para procesar rápidamente a los menores no acompañados y así poder trasladarlos desde centros de custodia estatales a familias de acogida estadounidenses.
No obstante, aunque las autoridades del HSS eran conscientes de los problemas de abuso contra menores no hicieron nada para reforzar las políticas del departamento, aunque contaban con los fondos necesarios para ello, ha recogido la investigación.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno norteamericano para desincentivar la inmigración, el flujo de familias indocumentadas y de menores no acompañados que llegan a Estados Unidos desde América Central es cada vez mayor. El HSS ha reubicado a cerca de 90.000 niños inmigrantes con familias de acogida norteamericanas, según ha apuntado Portman.