WASHINGTON 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El senador republicano Lindsey Graham, encargado de supervisar los fondos entregados a Naciones Unidas, ha amenazado este viernes con cortar la financiación estadounidense a la ONU y a todos los países que voten a favor de la resolución que busca el fin de los asentamientos israelíes en territorio palestino, si ésta sale adelante en el Consejo de Seguridad.
"Si la ONU continúa con esta resolución enfermiza, intentaré formar una coalición bipartidista para suspender o reducir significativamente la asistencia de Estados Unidos a Naciones Unidas", ha dicho Graham. "Además, cualquier nación que respalde esta resolución y reciba asistencia de Estados Unidos pondrá esta ayuda en peligro", ha advertido.
El presidente de la subcomisión para Operaciones Extranjeras de la Comisión de Apropiaciones del Senado ha recordado, mediante un comunicado, que actualmente Estados Unidos aporta el 22 por ciento del presupuesto total de Naciones Unidas.
Graham ha considerado que este borrador es una "provocación" de la ONU a la que Estados Unidos debe responder "contundentemente". "Hay una razón por la que nos hemos opuesto a este tipo de esfuerzos contra Israel: la única manera de lograr una paz duradera es con negociaciones directas entre las partes, no usando la ONU como un instrumento", ha esgrimido.
El Consejo de Seguridad Unidas votará este viernes a las 14.00 (20.00 hora peninsular española) el borrador de resolución que busca el fin de los asentamientos judíos en territorio palestino, según han informado fuentes diplomáticas a la agencia de noticias Reuters.
La votación se producirá a iniciativa de Nueva Zelanda, Senegal y Venezuela, que han decidido retomar el texto elaborado por Egipto junto a las autoridades palestinas para declarar la ilegalidad de los asentamientos judíos bajo el Derecho Internacional y reclamar a Israel el fin de esta actividad para favorecer el proceso de paz.
Estaba previsto que el texto se votara el jueves en el Consejo de Seguridad pero, ante los llamamientos del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Egipto decidió posponer el debate en el Consejo de Seguridad.
La petición de Netanyahu y Trump se debió a que, de acuerdo con fuentes occidentales consultadas por Reuters, Estados Unidos pretendía abstenerse, en lugar de su habitual veto, lo que habría facilitado que la resolución fuera aprobada.
Sin embargo, un alto cargo del Gobierno estadounidense citado por Reuters ha subrayado que la delegación norteamericana no ha avanzado a nadie el sentido de su voto y ha subrayado que Washington no está implicado de ningún modo en la redacción y votación de esta resolución.
El embajador de Israel en la ONU, Danny Danon, que ha prometido "seguir con los esfuerzos diplomáticos en todos los frentes" hasta hacer descarrilar el borrador, ha urgido a Estados Unidos a que se mantenga fiel a su tradicional alianza con Israel y lo vete.
EN LA CASA BLANCA
El presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, que dará paso a Trump el próximo 20 de enero, ha intentado durante su mandato resucitar las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes, paralizadas desde 2014, precisamente, por la construcción de nuevos asentamientos judíos y la ampliación de los ya existentes.
En los asentamientos judíos de Cisjordania y Jerusalén Esta viven unos 570.000 colonos. La propia administración israelí distingue entre legales e ilegales, en función de que hayan recibido una autorización previa, si bien el Gobierno ha impulsado una ley para legalizarlos todos.
Cualquiera de los 15 países del Consejo de Seguridad --máximo órgano ejecutivo de la ONU-- puede proponer una resolución. Para que salga adelante se necesitan nueve votos afirmativos y que ninguno de los cinco miembros permanentes --Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China-- vete el borrador.