El presidente Sall podría ver trastocadas sus intenciones para un tercer mandato en 2024 ante la emergencia de Ousmane Sonko
MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Senegal celebra este domingo unas elecciones legislativas entendidas como una prueba para calibrar la fuerza del jefe del Estado, Macky Sall, contra la emergente oposición que lidera su gran rival, Ousmane Sonko, a dos años de los comicios presidenciales.
La gran coalición opositora de Sonko, Yewwi Askan Wi (Liberad al pueblo), comparece debilitada pero ni mucho menos desaparecida. La alianza, que incluye al partido Pastef (Patriotas de Senegal por la Ética, el Trabajo y la Fraternidad) de Sonko, así como al partido Wallu Senegal (Salvemos a Senegal), del expresidente Abdoulaye Wade, comparece sin una lista nacional titular por motivos "técnicos", aduce el Gobierno, pero ello no significa que los casi desconocidos suplentes no tengan oportunidad de conseguir avances.
"Guste o no, existe un 'fenómeno Sonko", declara un observador político a Radio France Internationale sobre la figura de este exinspector fiscal, tercero en las elecciones presidenciales de 2019, que denuncia haber sido objeto de una campaña de persecución política por parte del Gobierno tras haber sido acusado de violación, sin prueba alguna según el opositor, en un caso todavía pendiente de juicio.
La acusación contra Sonko desató en 2021 una de las peores olas de violencia registradas en años en el país; una que dejó siete muertos y unos 240 heridos cuando cientos de simpatizantes se enteraron de su detención cuando se trasladaba a la corte para prestar declaración. Protestas similares ocurrieron este año cuando el Consejo Constitucional invalidó la lista de titulares de la coalición "por motivos de forma".
En medio de toda esta tensión se encuentra la intención de Sall, todavía no confirmada, de presentarse a un tercer mandato en 2024; una decisión cuyos críticos consideran anticonstitucional. Cualquier derrota de sus partidarios en la votación del domingo podría trastornar esos planes. "Estas elecciones son un calentamiento", explica a RFI, el investigador Mamadou Lamine Sarr. "Todo el debate político", añade, "está monopolizado por 2024".
Además, las frustraciones por las dificultades económicas provocadas por la pandemia de coronavirus se han visto avivadas por los aumentos en los precios del combustible y los alimentos vinculados a la guerra en Ucrania
Así pues, ante el creciente descontento, los partidos de oposición esperan que la coalición gobernante Benno Bokk Yakaar vea caer su mayoría parlamentaria por debajo de los 125 de los 165 escaños que ocupa actualmente en la Asamblea Nacional.
"Los ciudadanos han expresado abiertamente su cansancio frente a los altos precios y el alto costo de vida, la pobreza y la falta de empleos", explica a Al Yazira el profesor de Ciencias Politicas, Moussa Diaw, de la Universidad Gaston Berger.
En medio de este panorama, Senegal acude a las urnas para elegir a los miembros de una Asamblea Nacional que serán elegidos de acuerdo con un sistema que combina representación proporcional con listas nacionales para 53 legisladores y votación mayoritaria en los departamentos del país para otros 97.
Estas elecciones legislativas marcarán la salida del presidente de la Asamblea Nacional desde 2012: Moustapha Niasse, pilar de la vida política desde Léopold Sédar Senghor, primer presidente de la República de Senegal.
Además, cabe recordar que la votación, en principio, será seguida por la llegada de un nuevo Primer Ministro. El puesto, eliminado por Sall en 2019 y luego reinstaurado en noviembre de 2021, todavía sigue vacante. La elección del próximo jefe del Gobierno podría ser un primer indicio claro de las intenciones del presidente para 2024.