Pide "una reforma urgente" de instituciones como el Consejo de Seguridad de la ONU, el FMI y el Banco Mundial
MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, ha abogado ante la Asamblea General de Naciones Unidas por "romper con la lógica de sálvese quien pueda" y crear "un nuevo contrato social basado en la solidaridad y la cooperación", incluidas "reformas profundas" a nivel internacional para "atajar los retos políticos, económicos, medioambientales" existentes.
"La paz no es solo la ausencia de guerra. La paz es también la posibilidad de todo ser humano de vivir en dignidad, de alimentarse, de tener una vivienda, de tener educación y cuidados médicos", ha dicho durante su discurso, en el que ha criticado que "a día de hoy, más de 750 millones de personas no comen lo suficiente, tienen hambre".
"Millones pasan cada día a la pobreza extrema", ha señalado. "Son cifras que alejan al mundo cada vez más de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados para 2030. No podemos aceptar que los mecanismos de gobernanza mundial sigan reproduciendo estas desigualdades", ha argumentado.
Así, ha recalcado que "es crucial salvaguardar y reforzar el multilateralismo como marco único de acción para la paz y la seguridad internacionales", lo que pasa, a su juicio, por "una reforma urgente de las instituciones mundiales, en particular el Consejo de Seguridad (de la ONU), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial" con el objetivo de que "sean más inclusivos y plasmen las realidades geopolíticas y económicas actuales".
"El continente africano, en especial, debe tener un lugar más importante en estas instancias de decisión", ha sostenido Faye, quien ha reclamado además "corregir las injusticias económicas" que generan "comercio ilegal, evasión fiscal, flujos ilícitos financieros y sistemas fiscales abusivos", que "dañan en especial a los países africanos".
"Son estas injusticias que hay que corregir para que todos los países puedan participar plenamente en el comercio mundial y beneficiarse del crecimiento económico", ha recalcado el presidente senegalés, quien ha solicitado además actuar "con decisión" contra el cambio climático, "respetando el principio de la responsabilidad común pero diferenciada".
"Los países industrializados, responsables históricos de las emisiones masivas de gases de efecto invernadero, deben redoblar sus esfuerzos para financiar la transición energética, una transición energética justa y equitativa que no penalice a los países en desarrollo", ha argüido.
En este sentido, ha remarcado que es fundamental "proteger el planeta sin sacrificar los derechos de las naciones más vulnerables de poder perseguir su desarrollo", al tiempo que ha incidido en que "es necesario dejar atrás cualquier intento de imponer normas civilizacionales unilaterales".
"Ninguna nación debe imponer a las demás sus prácticas o sus valores como si fueran normas universales. El respeto de las diferencias es la base de la estabilidad y de la paz en el mundo", ha destacado el mandatario.
ABOGA POR "UNA ACCIÓN COLECTIVA"
Por ello, ha defendido que Senegal ha optado por impulsar "el desarrollo sostenible, con iniciativas ambiciosas en ámbitos como las energías limpias, la soberanía alimentaria y la gobernanza transparente", si bien ha incidido en que es necesaria "una acción colectiva por parte de la solidaridad internacional" para lograr resultados.
"Ningún país, por poderoso que sea, podrá responder sólo a los retos que amenazan a la humanidad", ha puntualizado. "A través de la cooperación y del respeto mutuo podremos superar las crisis que sacuden nuestro mundo", ha añadido.
De esta forma, Faye ha insistido en que el mundo atraviesa una etapa en la que "se amplían los conflictos, aumentan las desigualdades y la crisis climática pone dificultades a millones de personas en el mundo", mientras que además "se pone entre la de juicio de forma inquietante el multilateralismo, en un momento en el que la humanidad lo necesita más que nunca".
"El mundo tiene que mirarse en el espejo sin autocomplacencia. Los valores que prometimos defender se ven pisoteados en diferentes lugares del mundo, en Gaza, en Tel Aviv, en Dakar o en cualquier otro lugar. Todas las personas tienen una dignidad igual, una dignidad que trasciende las fronteras, las culturas y las afiliaciones religiosas", ha explicado.
"Vemos cada día que el Derecho Internacional, que es la base de la paz mundial, se ve violado. Las resoluciones adoptadas por esta Asamblea se pasan por alto", ha criticado, antes de incidir en que "los cimientos de la ONU jamás se han visto más tambaleados".
"Si realmente queremos alejar el espectro de la guerra y queremos trabajar para el advenimiento de un mundo mejor, ha llegado el momento de cambiar el paradigma. Ha llegado el momento de hacer que el ser humano sea el centro del programa internacional", ha zanjado.