MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
La llegada de refugiados mozambiqueños, 11.500 en los últimos meses, y la escasez de lluvias durante la última temporada agrícola han obligado a las autoridades malauíes a declarar la situación de desastre nacional en el país, que cuenta con casi 3 millones de personas en riesgo de inseguridad alimentaria, según la ONG Acción contra el Hambre.
El número de refugiados mozambiqueños, de los cuales la mitad son niños, se suma a los 25.000 refugiados provenientes de la República Democrática del Congo, Burundi y Ruanda, y podría ascender a los 30.000 a finales de año si los enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno de Mozambique y la oposición no cesan, ha advertido la ONG.
"La afluencia de gente es constante, con nuevas llegadas todos los días al campamento informal de Kapise y a diferentes ciudades del sur del país, ya que la presencia militar a lo largo de la frontera mozambiqueña empuja a la gente a buscar vías de paso más accesibles y seguras", ha señalado Chiara Saccardi, responsable del equipo de emergencia de Acción contra el Hambre, cuyos miembros se ha desplegado en la zona.
"Las condiciones de hacinamiento en Kapise y la falta de servicios en los demás lugares han obligado a reabrir el campo de refugiados de Luwani donde proporcionaremos asistencia de emergencia y trataremos de brindar soluciones a largo plazo", ha añadido.
TRES AÑOS DE SEQUÍA E INUNDACIONES
Los eventos climáticos extremos que ha sufrido Malaui durante los últimos años han provocado estragos en el país, cuya población se ha visto fuertemente afectada por las precipitaciones e inundaciones generalizadas que precedieron a la actual sequía y que han dañado el rendimiento de los cultivos, así como su producción.
"La llegada de la población mozambiqueña puede generar tensiones por los escasos recursos disponibles. La situación podría desembocar en hostilidades y en el incremento de la vulnerabilidad de niños, mujeres embarazadas y ancianos entre la población de acogida. Si a esto le sumamos que la mitad de los solicitantes de asilo mozambiqueños son niños menores de 11 años, nos encontramos con un escenario muy delicado en el que es prioritario dar respuesta a las necesidades básicas más inmediatas de la población afectada", ha indicado Saccardi.
Actualmente, Acción contra el Hambre responde a las necesidades más inmediatas de agua, saneamiento e higiene el campo de Luwani mediante la rehabilitación de pozos y la instalación de letrinas, así como campañas de sensibilización para la promoción de la higiene. Asimismo, se están distribuyendo raciones de alimentos preparados y se está planificando el equipamiento necesario para montar baby tents, espacios seguros donde madres y niños recibirán apoyo psicosocial para afrontar el impacto de la catástrofe.