CHENNAI (INDIA), 28 (Thomson Reuters Foundation/EP)
Una de las sequías más fuertes de las últimas décadas ha secado los embalses de las regiones del sur de India y pone en riesgo el suministro de agua en Chennai y otras ciudades. El Gobierno ha disminuido el suministro y las condiciones de vida han empeorado en la zona.
El suministro de agua en la ciudad portuaria de Chennai se ha reducido a la mitad y el Gobierno local ha avisado de que en los próximos días el caudal de los grifos en las casa va a disminuir.
"Estamos suministrando entre 459 y 470 millones de litros de agua todos los días para lo que normalmente requiere 830 millones de litros", ha informado Arun Roy, empleado de la Junta Metropolitana de Agua y Alcantarillado de Chennai, que abastece de agua a toda la ciudad.
"Muchos residentes han comenzado a usar sus pozos privados para satisfacer sus necesidades y también estamos usando tanques de agua para regular el suministro", ha añadido.
El agua de los lagos y embalses de la ciudad abastece Chennai y los suburbios, donde viven más de 8 millones de personas. Sin embargo, el lago Veeranam en el distrito de Cuddalore, uno de los principales suministros de agua de Chennai, está prácticamente seco después de la mala época de monzones en 2016. Los acuíferos se han secado y otros lagos cercanos a la ciudad como Puzhal, Sholavaram, Kaliveli y Maduranthakam también se han agotado.
"Hay una pelea cada vez que se abre el suministro de agua de la bomba manual que hay debajo de mi apartamento", ha contado Maheshwari Karunakaran, que trabaja como empleada doméstica. Para su familia de cuatro miembros Karunakaran puede llenar 20 botellas de agua cada dos días. "Todo el mundo necesita más agua y nos vemos forzados a comprarla de cualquier sitio. Cada botella puede costar entre dos y cinco rupias (menos de un euro)", ha declarado a Thomson Reuters Foundation.
SUMINISTRO CADA TRES O CUATRO DÍAS
En muchas zonas el suministro de agua se realiza una vez cada tres o cuatro días. El gasto económico en agua de la mayoría de las familias de Chennai se ha duplicado y cada vez más personas dependen de sus tanques y pozos privados para cubrir sus necesidades diarias. Las autoridades locales cuentan con 7.000 tanques operando en la ciudad.
Las plantas de desalinización tratan de aumentar su capacidad operando todo el día, lo que aumenta la probabilidad de que se produzcan fallos técnicos.
"Esta crisis se podía esperar teniendo en cuenta que los últimos monzones han fracasado", ha explicado Sekhar Raghavan, miembro de la ONG Rain Center que promueve la recolección de agua de lluvia en la ciudad. "Pero la sorpresa ha venido por la falta de previsión. No se han quitado los sedimentados de los lagos y embalses, ni ha habido ningún esfuerzo para asegurar que los depósitos de aguas subterráneas se vuelven a llenar", ha añadido.
Según Roy, el Gobierno de Chennai comenzó a poner medidas en marcha en enero. "Las industrias y los usuarios al por mayor fueron prevenidos y nuestros ingenieros han informado a asociaciones de vecinos para concienciarles", ha explicado. "Esperamos que en julio llueva y se puedan volver a llenar los acuíferos, de lo contrario, los próximos meses serán duros", ha añadido.