BELGRADA/SARAJEVO 7 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Serbia ha advertido este martes a Naciones Unidas de que una resolución de condena del genocidio cometido por los serbobosnios en Srebrenica hace 20 años solo servirá para alentar las divisiones étnicas en el país balcánico.
Reino Unido ha presentado un borrador de resolución que condena tanto el genocidio de Srebrenica como la negativa a reconocer la existencia de dicho genocidio, lo que ha provocado el malestar de las autoridades serbias y serbobosnias, que siguen sin emplear ese término para referirse a la masacre.
En los primeros días de julio de 1995, las fuerzas militares serbobosnias tomaron el enclave de Srebrenica, declarado como zona segura por Naciones Unidas, y mataron a 8.000 musulmanes bosnios tras separarlos de las mujeres, los ancianos y los niños. El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) dictaminó que lo sucedido constituyó un genocidio.
Las autoridades serbias han admitido que la masacre fue un "grave crimen" pero siguen evitando emplear el término genocidio por las graves connotaciones que implica. Las diferencias por esta resolución ha creado un clima de desconfianza en Bosnia y Herzegovina, que celebra este 11 de julio el funeral por 136 de las víctimas del genocidio identificadas en los últimos meses, en el Memorial de Potocari.
20 años después de los acuerdos de paz de Dayton, Bosnia y Herzegovina continúa siendo un país marcado por las divisiones políticas y étnicas, con dos entidades claramente diferencias: la Federación, que integra a bosniacos y bosniocroatas, y la República Srpska, la entidad serbia del país balcánico.
El presidente de la República Srpska, Milorad Dodik, que ha reclamado en varias ocasiones la secesión de su región, ha advertido de las consecuencias que podría tener una resolución de condena por el genocidio de Srebrenica.
Reino Unido mantiene que la resolución ayudará a promover la reconciliación entre los serbobosnios, los bosniocroatas y los bosniacos. La delegación británica ha cambiado varias veces el texto, después de que Rusia, un tradicional aliado de Serbia, presentara su propia propuesta.
Tanto los representantes serbios como los serbobosnios consideran que la resolución sobre Srebrenica es inaceptable y han exigido al Consejo de Seguridad que la descarte. El presidente serbio, Tomislav Nikolic, ha enviado una carta a la reina Isabel II para pedirle que retire la resolución.
Por su parte, el ministro de Exteriores serbio, Ivica Dacic, ha hecho hincapié en que los países que participaron en la redacción de los acuerdos de Dayton no deberían adoptar decisiones que "pudieran desestabilizar la situación" en Bosnia.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, afirmó hace días que está dispuesto a asistir a los funerales de Srebrenica este 11 de julio para rendir homenaje a las "víctimas musulmanas" pero, posteriormente, ha afirmado que su asistencia dependerá de si se aprueba la resolución sobre el genocidio.