MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro del Gobierno libio respaldado por Naciones Unidas, Fayez Serraj, y el mariscal de campo Jalifa Haftar, que comanda a las Fuerzas Armadas leales al gobierno asentado en el este del país, han publicado este miércoles sendos comunicados abogando por reducir las tensiones en el sur del país, pero sin pronunciarse sobre el supuesto acuerdo alcanzado el martes durante su encuentro en Emiratos Árabes Unidos (EAU).
En su comunicado, Serraj ha apostado por lograr una estrategia para desarrollar el Ejército, resaltando que debería estar liderado por una autoridad civil, al tiempo que ha abogado por acelerar los trabajos para redactar una nueva Constitución.
Por su parte, Haftar ha centrado su comunicado en la necesidad de reforzar la lucha contra el terrorismo y en poner fin a las prohibición de compra de armas por parte del Ejército que lidera, según ha informado el diario local 'The Libya Observer'.
El encuentro, el primero que celebran cara a cara Serraj y Haftar desde enero de 2016 --en febrero mantuvieron contactos indirectos con la mediación de Egipto después de que el mariscal de campo se negara a reunirse en la misma sala con Serraj--, tuvo lugar en medio de las presiones de Egipto, EAU y Rusia para que el destacado militar acceda a negociar.
El acuerdo incluye la celebración de elecciones presidenciales y legislativas antes de marzo de 2018, la unión de las facciones militares bajo el mando del Consejo Presidencial, organismo generado en el marco del acuerdo mediado por la ONU.
Asimismo, contempla la necesidad de celebrar un proceso de reconciliación nacional y de permitir a los desplazados internos regresar a sus viviendas, según ha informado el diario local 'The Libya Observer'.
El texto subraya además la importancia de "la lucha contra el terrorismo en todas sus formas en Libia", así como de llevar a cabo "una remodelación del gabinete ministerial del Gobierno propuesto por la ONU para incluir a todas las partes".
Sin embargo, no recoge una definición acerca de lo que sería definido como "terrorismo", término que Haftar ha utilizado en reiteradas ocasiones para hacer referencia a las fuerzas que se oponen al Ejército que encabeza, incluidas las del Ministerio de Defensa que lidera Serraj.
"Este acuerdo entrará en vigor en cuanto sea firmado por Serraj y Haftar", señala el documento. Está previsto que el acuerdo sea anunciado formalmente en los próximos días, si bien no ha sido fijada una fecha.
LA SITUACIÓN POLÍTICA EN LIBIA
El gobierno de unidad se instaló hace varios meses la capital, Trípoli, para intentar unificar el país políticamente, aunque por el momento la situación sigue altamente fragmentada.
Tras el encuentro indirecto celebrado en Egipto en febrero, el Ejército egipcio publicó un comunicado en el que informó sobre un acuerdo sobre la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias en 2018, si bien fuentes cercanas a Haftar negaron posteriormente este extremo.
Por ello, Serraj acusó tanto al mariscal de campo como al presidente de la Cámara de Representantes, con sede en Tobruk, Agila Salé, de negarse a reunirse con él y de actuar para estancar las negociaciones.
El Gobierno con sede en el este del país --anteriormente reconocido por la comunidad internacional-- no ha respaldado la autoridad del Ejecutivo de unidad, que hizo frente además a un intento de golpe de Estado en octubre por parte de las autoridades autoproclamadas anteriormente en Trípoli.
El intento de golpe estuvo encabezado por el ex primer ministro Jalifa Gwell, quien ganó apoyos en las semanas posteriores gracias a los crecientes respaldos anunciados por diversas milicias que operan en el oeste del país y en la propia capital.
Entre los grupos que han apoyado a Gwell figuran la milicia Sala de Operaciones de los Revolucionarios de Libia y milicianos leales al gran muftí del país, Sadek al Ghariani, así como varias brigadas de la localidad de Misrata.
El gran muftí de Libia ha sido uno de los representantes más visibles al gobierno de unidad, y en marzo de 2016 emitió una 'fatua' declarando "diez años de yihad" contra estas autoridades.
Al Ghariani cuenta además con el respaldo de la Brigada de Defensa de Benghazi --que le ha jurado lealtad--, contra la que combaten las tropas leales a Haftar en esta ciudad.