MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Seguridad de Georgia (SUS) ha informado este martes de que, según sus informaciones, las manifestaciones antigubernamentales que se suceden desde hace ya varios días en las principales ciudades del país podrían escalar y tornarse violentas, llegando incluso a dejar víctimas mortales, con el objetivo de influir en las elecciones presidenciales del próximo sábado.
De acuerdo con el SUS, la violencia en las manifestaciones escalaría a partir de este mismo martes y se podrían llegar a registrar muertes con el objetivo de agitar la crispación, alentar actitudes más radicales e intensificar las críticas al Gobierno, al que se trataría de responsabilizar de lo ocurrido, según recoge el portal de noticias georgiano Tabula.
Los hechos estarían protagonizados por "un grupo de actores locales que implementan un plan criminal, cuyo objetivo es aumentar artificialmente la protesta" en vísperas de las elecciones presidenciales y "derrocar al gobierno por medios violentos". Las autoridades georgianas aseguran que el plan cuenta con "la coordinación de los servicios especiales de países extranjeros".
"Los organizadores de las acciones destructivas y criminales mencionadas planean impedir por todos los medios la elección del presidente de Georgia el 14 de diciembre de 2024 (...) lo que conducirá artificialmente a una crisis oficial", han destacado los servicios de Inteligencia georgianos, que detallan un escenario como el de las 'revoluciones de los colores', nombre con el que se conocen a las protestas contra la influencia rusa en antiguas república soviéticas.
Por su parte, la actual mandataria de Georgia, Salome Zurabishvili, ha restado importancia a estas advertencias, asegurando que se trata de un intento de las autoridades por aterrorizar psicológicamente a la población, que desde hace días se concentra por las noches en las calles para protestar contra el Gobierno, acusado de ser afín al Kremlin y que a finales de noviembre anunció la suspensión de las negociaciones para el ingreso a la Unión Europea.
"La declaración de hoy de los servicios secretos debe considerarse una violación de los Derechos Humanos", ha asegurado Zurabishvili, quien en 2018 fue propuesta por el gubernamental Sueño Georgiano como candidata a presidenta del país, pero que a lo largo de su mandato se ha ido tornando como la principal voz crítica con el Ejecutivo, a que cataloga como una extensión de Moscú en el país.
El escenario de las elecciones presidenciales del sábado es incierto, no solo por la tensión en las calles y estas advertencias de la Inteligencia georgiana, sino porque será la primera vez en que se ponga en práctica la reforma electoral impulsada por Sueño Georgiano y que establece que el jefe de Estado será elegido por el Parlamento junto con representantes regionales, en vez de directamente por el electorado.
Sueño Georgiano, que cuenta con mayoría en el Parlamento, ha designado como candidato al exfutbolista Mijeil Kavelashvili, cofundador del partido Poder Popular, una escisión de Sueño Georgiano pero con la que se han vuelto a acercar posturas.
Zurabishvili, por su parte, ha asegurado que no dimitirá del cargo debido a la controversia sobre las elecciones parlamentarias, celebradas en octubre y salpicadas por acusaciones de fraude en favor del oficialismo.