MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los servicios de Inteligencia de Afganistán han acusado este jueves a Pakistán y a la red Haqqani de estar detrás del atentado suicida con camión bomba perpetrado el miércoles en la capital del país, Kabul, que dejó al menos 90 muertos y 380 heridos.
En un comunicado publicado en su cuenta oficial en la red social Facebook, la Dirección Nacional de Seguridad (DNS) ha dicho que las informaciones preliminares "apuntan a que fue un ataque planificado por la Red Haqqani con la guía y colaboración de los servicios de Inteligencia de Pakistán".
"Los terroristas profesionales demostraron una vez más que no representan a ninguna religión y que cumplen con las demandas de sus amos paquistaníes", ha recalcado, agregando que "una masacre de civiles en Ramadán va contra los principios islámicos y humanos".
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Pakistán ha tildado de "infundadas" las acusaciones de la DNS, asegurando que "Pakistán siempre ha hecho esfuerzos sinceros para lograr la paz en Afganistán".
El portavoz del ministerio, Nafis Zakaria, ha señalado que "la retórica de acusar a otros" para ocultar los fracasos propios no ayuda, en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC.
Horas antes, la Policía afgana había afirmado que el objetivo del atentado era la Embajada de Alemania. El camión bomba estalló cerca de esta embajada, si bien en ese momento no se sabía cuál era el objetivo, dado que en la zona hay numerosos edificios diplomáticos.
El comandante de la Zona Policial 101 Asmayi, Hasán Sah Frogh, ha desvelado que las investigaciones preliminares apuntan en esta dirección, recalcando que las autoridades "tenían informaciones previas sobre un ataque similar", según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
"Se tomaron medidas para evitarlo, pero Kabul es una ciudad abarrotada y construida contra el plan maestro. Si no se permitiera la entrada de camiones cisterna par vaciar fosas sépticas no se podría caminar a causa del mal olor", ha argumentado.
Asimismo, ha resaltado que las autoridades están investigando el incidente y que los propietarios de las compañías de camiones encargados de limpiar las fosas sépticas han sido interrogados para intentar identificar el vehículo usado en el ataque.
Por su parte, el portavoz en funciones del Ministerio del Interior, Nayib Danish, ha anunciado además el cese de cuatro altos cargos de la Policía local en respuesta al atentado, tal y como ha recogido la agencia afgana de noticias Jaama Press.
Las autoridades han afirmado que la explosión causó daños a edificios ubicados en un radio de cuatro kilómetros, y el alcalde en funciones de Kabul, Abdulá Habibizai, ha dicho que el atentado ha causado daños por valor de mil millones de afganis (cerca de trece millones de euros).
Fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión afgana Tolo TV --la más importante del país-- afirmaron el miércoles que el atentado habría sido perpetrado con cerca de 1.500 kilogramos de explosivos.
Estas fuentes indicaron que el camión intentó entrar en la Zona Verde, donde se encuentran múltiples embajadas, si bien fue interceptado en un puesto de control, llevando al conductor a activar los explosivos.
Los talibán se han desligado del atentado, asegurando que sus combatientes "no están implicados en este incidente y tampoco están autorizados a llevar a cabo explosiones tan grandes en zonas imprecisas". Por el momento no hay reclamación de la autoría.