MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se ha unido este martes al presidente del país, Donald Trump, a la hora de criticar a los jugadores de la Liga de Fútbol Americano (NFL) que protestan contra el himno nacional, si bien ha mantenido una postura más moderada.
"Hay muchas maneras a disposición de los jugadores, herramientas que tienen, para expresar sus puntos de vista sin denigrar los símbolos de nuestra nación", ha dicho, durante un acto en la Universidad de Georgetown.
"Estoy de acuerdo en que es un gran error protestar de esta manera, ya que debilita el compromiso que tenemos con esta nación", ha subrayado, en referencia a la decisión de algunos jugadores de hincar la rodilla cuando suena el himno que precede a los partidos en señal de protesta contra la violencia policial hacia la población negra.
Así, Sessions ha resaltado que Trump "también tiene derecho a la libertad de expresión", resaltando que el mandatario "envía soldados todos los días para defender al país bajo la bandera de Estados Unidos, su himno y la unidad que estos símbolos suponen", según ha informado el diario estadounidense 'Politico'.
Las palabras del fiscal general llegan días después de que el presidente del país llamara al boicot hasta que la NFL no suspendiera a los jugadores que llevan a cabo este tipo de protestas antes de los partidos.
"Si los fans de la NFL se negaran a acudir a los partidos hasta que los jugadores dejaran de faltar al respeto a la Bandera y al País, veríais lo rápido que cambian las cosas. ¡Que les despidan o que les suspendan!", dijo, en un mensaje en la red social 'Twitter'.
El mandatario aseguró que las bajas cifras de audiencia y asistencia que atraviesa la NFL, según le consta, se deben al rechazo del público a protestas como esta. "Los partidos son un aburrimiento, sí, pero la gente deja de verlos porque ama a nuestro país. La liga debería respaldar a este país", aseveró.
Todo comenzó la semana pasada durante un mitin en Alabama en el que el presidente Trump instó a los propietarios de los equipos de la NFL a que despidieran a los "hijos de perra" que hincaran la rodilla en el suelo durante el himno.
El comisionado de la NFL, Roger Goodell, defendió tácitamente la actitud de Kaepernick y otros jugadores al considerar que los ataques de Trump a la liga no tenían otro carácter que el "divisorio" y que "demostraban una lamentable falta de comprensión de la NFL, sobre este gran deporte y todos sus jugadores".
De igual modo se expresó el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de la NFL, DeMaurice Smith. "Este sindicato no va a dar un paso atrás a la hora de proteger los derechos constitucionales de nuestros jugadores", manifestó.
Asimismo, dueños de franquicias como Arhur Blank, de los Atlanta Falcons, Dan Snyder, de los Washington Redskins, Jeffrey Lurie, de los Philadelphia Eagles, o Shad Khan, de los Jacksonville Jaguars, decidieron mostrar su respaldo a los jugadores de sus equipos y se unieron a ellos en las protestas uniendo sus brazos mientras sonaba el himno nacional.
Otra forma de protesta que se vio en varios partidos del fin de semana fue la de no saltar al campo y quedarse en los vestuarios durante la ceremonia previa como fueron los casos de los Tennessee Titans o los Seattle Seahawks, mientras que sólo algunos miembros del cuerpo técnico de los Pittsburgh Steelers estuvieron en el banquillo en ese momento, con Alejandro Villanueva fue el único jugador que estuvo presente, pero a la entrada del túnel.
Por su parte, Tom Brady (Patriots) y Aaron Rodgers (Packers), dos de los quarterbacks de más renombre de la NFL, también cruzaron sus brazos durante el momento del himno y en redes sociales publicaron mensajes llamando a la unidad en la sociedad estadounidense.
En respuesta, Trump insistió el lunes en sus críticas. "Arrodillarse no tiene nada que ver con la raza. Es una cuestión de respeto al país, a la bandera y al himno nacional. NFL debe respetarlo", escritió en Twitter.
SESSIONS DICE QUE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN "ESTÁ BAJO ATAQUE"
Durante la jornada, Sessions ha advertido de que la libertad de expresión en las universidades "está bajo ataque", en referencia a las medidas aprobadas en algunos centros para prohibir los discursos considerados ofensivos.
"La universidad estadounidense fue anteriormente el centro de la libertad académica. Un lugar para un debate robusto, un foro para el enfrentamiento de ideas. Pero se está transformando en una caja de resonancia de la corrección política y del pensamiento homogéneo, un refugio para los egos frágiles", ha sostenido.
En este sentido, ha indicado que varias universidades han tenido que cancelar eventos debido a que consideraban que la participación de algunos oradores podría derivar en protestas o escenas de violencia.
"Esto no está bien. No va en línea con la gran tradición de Estados Unidos y, sin embargo, los administradores de los centros se pliegan ante este comportamiento", ha lamentado.
La presencia de Sessions en Georgetown ha estado marcada por una protesta de unas 200 personas que se han concentrado ante la entrada de la Facultad de Derecho, algunos de ellos hincando la rodilla en solidaridad con los jugadores de la NFL criticados por Trump.
Algunos de los presentes han portado carteles en los que se podía leer 'El discurso del odio no es libertad de expresión' y '¿Por qué silencias las críticas y aplaudes la libertad de expresión?'.
Por último, Sessions ha condenado los incidentes en Charlottesville, si bien ha pedido cuidado a la hora de silenciar el discurso de odio. "Están los que dicen que cierto discurso no merece protección. Dicen que es dañino o incluso de odio. Apuntan a los discursos y creencias que aborrecemos como estadounidenses. Pero la libertad de expresión no existe sólo para proteger las ideas en la que la mayoría de nosotros estamos de acuerdo en un determinado momento", ha remachado.