EEUU acusa a una exanalista de la CIA de actuar como agente secreto impulsando las posiciones políticas de Corea del Sur
MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Corea del Sur han adelantado la posibilidad de que se lleve a cabo una investigación sobre las actuaciones de la anterior administración del expresidente Moon Jae In (2017-2022) después de que en la víspera se conociera que Estados Unidos había acusado a la antigua analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Sue Mi Terry de trabajar en secreto para Seúl.
"Si tuviéramos que inspeccionar o reprender a alguien, tendríamos que inspeccionar o reprender a la Administración de Moon Jae In", ha manifestado un alto funcionario de la Presidencia surcoreana ante los medios de comunicación al ser interrogado sobre el caso de Terry, según ha recogido la agencia de noticias Yonhap.
Esta misma fuente ha lamentado que cuando Moon ascendió a la Presidencia surcoreana suspendió a los principales agentes del Servicio Nacional de Inteligencia y los reemplazó por "gente amateur". Al mismo tiempo, ha reconocido que existen imágenes de la mencionada Terry saliendo de una tienda de lujo junto a un agente de Inteligencia surcoreano.
Un jurado de Nueva York acusó el miércoles a Terry de trabajar en secreto para el Gobierno de Corea del Sur a cambio de artículos de lujo y hasta 37.000 dólares (algo menos de 34.000 euros). La exanalista de la CIA habría actuado por primera vez como agente extranjera en junio de 2019, cuando se reunió en "múltiples ocasiones" con un contacto del Gobierno surcoreano.
Bajo las órdenes de las autoridades de Corea del Sur, Terry habría "defendió posiciones políticas" de Seúl incluso a través de la publicación de artículos y con sus apariciones en medios de comunicación a cambio de unos 37.000 dólares ingresados a las cuentas del 'think tank' en el que trabajaba, así como bolsos y abrigos de lujo e incluso cenas en restaurantes de alto prestigio.
Terry, originaria de Corea del Sur pero nacionalizada estadounidense, comenzó a servir a la Administración de Estados Unidos en 2001. Trabajó como analista de alto nivel en cuestiones de Asia Oriental para la CIA y más tarde fue directora de asuntos de Japón, Corea y Oceanía para el Consejo de Seguridad bajo el mandato de George W. Bush y Barack Obama.
En junio de 2013, cinco años después de abandonar la CIA, Terry comenzó a trabajar como diplomática en el marco de la ONU, periodo que le sirvió para afianzar aún más los lazos que mantenía con algunos de los funcionarios de más alto nivel del servicio de Corea del Sur.