Seúl advierte a Pyongyang de que "pagará un alto precio" si procede al lanzamiento de un satélite

MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Corea del Sur ha advertido a Corea del Norte de que "pagará un alto precio" en caso de que siga adelante con sus planes para lanzar un satélite entre el 8 y el 25 de febrero.

El subdirector de la Presidencia para Seguridad Nacional, Cho Tae Yong, ha afirmado que la notificación entregada por Pyongyang a la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre sus planes es un "desafío" a la comunidad internacional.

"Corea del Norte debería retirar su plan de lanzamiento reconociendo que cualquier lanzamiento en el que utilice tecnología de misiles balísticos viola las resoluciones del Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas)", ha dicho.

Por ello, Cho ha recalcado que Segúl "advierte seriamente de que Corea del Norte pagará un alto precio" en caso de que siga adelante con su plan, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Horas antes, una portavoz de la OMI confirmó que el organismo había recibido información de Corea del Norte respecto al lanzamiento de un satélite de observación de la tierra 'Kwangmyongsong' entre el 8 y el 25 de febrero.

Fuentes estadounidenses ya habían apuntado a que Pyongyang estaba haciendo preparativos para el lanzamiento de un cohete de largo alcance, después de que se hubiera observado por los satélites actividad en su lugar de ensayos.

Corea del Norte, que llevó a cabo su cuarto ensayo nuclear el 6 de enero en desafío de las sanciones de la ONU, realizó su último lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre de 2012, poniendo en órbita un objeto que describió como un satélite de comunicación.

Expertos occidentales y asiáticos han señalado que el lanzamiento se enmarca en los esfuerzos para construir un misil balístico intercontinental. Pyongyang argumenta que tiene el derecho soberano a un programa espacial y a lanzar cohetes.

Corea del Norte está bajo sanciones de la ONU por sus programas nuclear y de misiles y varios países, incluidos Estados Unidos y Corea del Sur, están buscando imponer nuevas sanciones tras el último ensayo nuclear.