MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Corea del Sur ha afirmado este viernes que no descarta la posibilidad de que Corea del Norte convierta el complejo industrial de Kaesong en una base militar, según ha informado la agencia local de noticias Yonhap.
"El Ejército se mantiene preparado para cualquier posibilidad", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa, Moon Sang Gyun, resaltando que "si Corea del Norte decide redesplegar sus tropas, podría no ser fácil para el país decidir qué hacer con el complejo de Kaesong".
El Gobierno de Corea del Norte calificó el jueves de "declaración de guerra" la decisión de Seúl de cerrar el complejo industrial, en territorio norcoreano, en represalia por el ensayo nuclear y el lanzamiento de un misil de largo alcance llevados a cabo por Pyongyang en las últimas semanas.
En un comunicado publicado en la agencia oficial norcoreana KCNA, el Comité por la Reunificación Pacífica de la Patria (CRPP) consideró que esta "medida provocativa" adoptada por la presidenta surcoreana, Park Geun Hye, a la que tilda de "traidora", rompe "la última línea de vital" entre los dos países y supone una "peligrosa declaración de guerra" que lleva a la península al borde de la contienda.
Pyongyang considera que los argumentos de Seúl para el cierre de Kaesong, cuya apertura se acordó hace una década en el marco de un tímido acercamiento entre los dos países, son un "pretexto" y obedecen en realidad a su "servilismo" hacia Estados Unidos.
Además de expulsar a todos los surcoreanos que se encontraban en él, el régimen norcoreano procederá a "congelar totalmente todos los bienes inclusive los equipos, los materiales y los productos de las empresas" presentes en Kaesong.
Asimismo, se procederá a interrumpir la comunicación militar con Seúl y de enlace de Panmunjom, añade el comunicado norcoreano, precisando que sus trabajadores procederán a abandonar completamente el complejo industrial.
Hasta ahora, 124 empresas surcoreanas, en su mayoría pymes, estaban presentes en este polígono industrial, inaugurado en 2004 y en el que trabajan más de 54.000 trabajadores norcoreanos. Según la agencia surcoreana Yonhap, este complejo es la principal fuente de ingresos para Pyongyang, por lo que la suspensión de las actividades supondrá cortar la única fuente oficial de divisas para el régimen norcoreano.
Kaesong había sido reconocido como una excepción en las sanciones impuestas por Seúl contra Pyongyang en represalia por el hundimiento del buque militar surcoreano Cheonan en 2010. En abril de 2013, Pyongyang cerró el complejo durante unos cuatro meses, esgrimiento tensiones elevadas por unas maniobras entre Seúl y Washington. Cuando reanudó sus operaciones, las dos Coreas acordaron no volver a cerrarlo "bajo ninguna circunstancia".