SEÚL 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Corea del Sur ha restado importancia a la declaración del "estado de guerra" por parte de Corea del Norte porque "no es una amenaza nueva", si bien ha asegurado que reprimirá "cualquier provocación", según han manifestado este sábado los ministerios de Unificación y de Defensa surcoreanos en sendos comunicados.
"El anuncio realizado por Corea del Norte no es una nueva amenaza, sino que forma parte de una serie de sucesivas amenazas incitantes", aduce el Ministerio de Unificación --encargado de las relaciones bilaterales entre ambos países-- en referencia a la declaración de la máxima alerta militar por parte del Estado Mayor norcoreano.
Seúl sostiene que la jornada transcurre con normalidad en la zona fronteriza. El Ministerio remarca que decenas de trabajadores surcoreanos y vehículos han acudido como un día normal al polígono industrial de Kaesong, que se encuentra en el lado fronterizo norcoreano y que es fruto de la cooperación económica bilateral entre las dos Coreas.
DEFENSA
En esta misma línea se ha pronunciado el Ministerio de Defensa surcoreano, que, sin embargo, amenaza con "reprimir plenamente cualquier provocación de Corea del Norte" y recalca que el Ejército está "preparado". Defensa advierte de que esta declaración de Corea del Norte amenaza con "minar" la estabilidad y la paz en la península de Corea.
En cuanto a las maniobras militares a las que alude Corea del Norte en el "comunicado especial", Seúl explica dichos ejercicios realizados con Estados Unidos forman parte de un "entrenamiento militar de naturaleza defensiva" que realizan cada año.
Dos bombarderos invisibles esta semana y aviones B-52 de Estados Unidos la anterior sobrevolaron territorio surcoreano, en el marco de las maniobras militares conocidas como 'Foal Eagle'. Estados Unidos trasladó sus bombarderos B-52, ubicados en la isla de Guam, para que participaran en las maniobras militares que lleva a cabo con Corea del Sur al inicio de cada primavera y que concluyeron el pasado lunes.
En el comunicado, Pyongyang describe estos hechos como "provocaciones atroces e imperdonables, y un claro desafío" al Gobierno norcoreano, aunque la semana pasada amenazó con "una fuerte respuesta" si Estados Unidos volvía a desplegar bombarderos estratégicos B-52 en la península coreana, al considerar que sería una "provocación intolerable".
"ESTADO DE GUERRA"
"De ahora en adelante, las relaciones entre el Norte y el Sur se adentran en un estado de guerra. Todos los problemas a nivel de estado que surjan entre el Norte y el Sur serán abordados de esta forma". Así oficializa Pyongyang la declaración del "estado de guerra" con Seúl, después de semanas de escalada de tensiones y pone fin a la situación en vigor hasta ahora entre ambos países que, según Corea del Norte, no era "ni de guerra ni de paz".
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, lanza un "ultimátum" a Seúl y a Washington, y les advierte de que, ante "la menor provocación, actuará de forma inmediata" con un "ataque nuclear sin piedad". En este caso, Corea del Norte enfatiza que se desatará una "guerra sin cuartel, una guerra nuclear".
"No será una guerra de tres días, sino una guerra relámpago en la que Corea del Norte ocupará todas las áreas de Corea del Sur (...) en una única ofensiva", asegura Pyongyang, en comunicado con un tono desafiante y cargado de alusiones a los surcoreanos como "títeres belicistas" en manos del "imperialismo" estadounidense.
El Gobierno norcoreano considera que las amenazas proferidas por Estados Unidos y Corea del Sur "han rebasado los límites" y han pasado de "la fase de la amenaza y el chantaje a la temeraria fase de guerra actual".
TENSIONES
Estos movimientos se enmarcan en la escalada de tensión regional, que comenzó el año pasado, con los lanzamientos de cohetes de largo alcance de abril y diciembre, y ha continuado en 2013, con la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, por parte de Corea del Norte.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado estas acciones, al considerar que violan las resoluciones que prohíben a Corea del Norte desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.
En respuesta, Pyongyang ha declarado nulos los pactos de no agresión sucritos con Seúl y ha amenazado con hacer lo mismo con el armisticio de 1953, que puso fin a tres años de hostilidades en la península coreana. Además, sus bases de misiles y de artillería han pasado a estar en posición de combate apuntando a Estados Unidos, según anunció el pasado martes.