MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Kim Kwan Jin, y el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el general H.R. McMaster, han ratificado este miércoles la necesidad de desplegar conjuntamente el Terminal High Altitude Area Defence (THAAD), un avanzado sistema de defensa antimisiles, en la península coreana.
En una conversación entre ambos altos cargos que ha durado media hora, los dos han expresado su intención de responder "firmemente" a las provocaciones militares de Corea del Norte.
"Las dos partes han reconfirmado la necesidad de desplegar el THAAD para contrarrestar las amenazas nucleares y de misiles balísticos de Pyongyang", ha explicado la Presidencia surcoreana en un comunicado recogido por la agencia de noticias Yonhap.
"Ambos han acordado seguir adelante con el plan sin que haya retrasos", ha añadido la Presidencia. Las conversaciones entre ambas partes han tenido lugar apenas un día después de que el Gobierno surcoreano firmara un acuerdo con la compañía Lotte para asegurar el sitio en el que se desplegará la unidad.
El pasado mes de julio Corea del Sur y Estados Unidos acordaron este movimiento con el objetivo de reforzar la defensa del país asiático ante las amenazas vertidas por Corea del Norte.
La decisión se tomó cinco meses después de que se iniciaran las negociaciones entre ambas partes para el despliegue de este sistema de derribo de misiles balísticos de corto, intermedio y medio alcance a través del impacto directo.
Las negociaciones arrancaron después de que Corea del Norte lanzara, a principios de febrero, un misil de largo alcance. Esto supuso una nueva prueba de tecnología de misiles balísticos, que se sumaba a los cuatro ensayos nucleares llevados a cabo por Pyongyang el mes anterior, cifra que después del último ensayo, realizado en septiembre, se ha elevado a cinco.
Las medidas punitivas impuestas por el Consejo de Seguridad contra Corea del Norte prohíben expresamente a la nación asiática hacer pruebas nucleares y lanzar misiles, así como continuar desarrollando ambas industrias, si bien Pyongyang ha seguido haciéndolo.
Corea del Norte justifica su escalada nuclear y militar por la necesidad de defenderse de lo que considera movimientos provocadores de Corea del Sur y Estados Unidos.
Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque solamente firmaron un armisticio para cesar indefinidamente las hostilidades después de enfrentarse entre 1950 y 1953.