MADRID, 18 Jul. (EDIZIONES)
Tras el fallido golpe de Estado del pasado viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha defendido la implantación de la pena capital en Turquía para "perseguir a los responsables del intento golpista". Esta cuestión, que tendría que ser aprobada en el Parlamento turco --hasta el momento el pro-kurdo Partido Democrático del Pueblo ha descartado apoyarlo--, no ha gustado a la Unión Europea, que este lunes ha pedido a Turquía no utilizar el golpe de Estado para dar pasos atrás en materia de democracia.
Austria ha advertido de que Europa no tolerará que Turquía imponga la pena de muerte y Bélgica ha afirmado este lunes que su aplicación planteará "problemas para las relaciones con la Unión Europea".
El Convenio Europeo de Derechos Humanos establece la abolición de la pena de muerte y defiende que nadie puede ser condenado a tal pena ni ser ejecutado. Sin embargo, permite prever en la legislación de un país la pena de muerte para aquellos actos cometidos en tiempo de guerra previo aviso al Consejo de Europa.
Como requisito para facilitar la adhesión de Turquía a la Unión Europea, el país eliminó la pena de muerte en 2004. Si este país vuelve a aprobarlo, serían 59 los países en el mundo que contemplan esta forma de castigo.
La evolución de la pena capital en el mundo en los últimos años ha sido positiva de acuerdo con los datos del informe 2016 sobre la pena de muerte de Amnistía Internacional: en 1996 estaba abolida en 60 países y en 2015 eran un total de 102 países los que habían prohibido esta forma de condena. Se observa el mismo balance positivo al comparar el número de países que han llevado a cabo ejecuciones en el mismo período, y que han pasado de ser 39 a 25.
Tal y como indica el informe, hay que tener en cuenta que aunque además de los países que han prohibido la pena de muerte por ley, también hay otra cantidad de países significativa que no realiza penas de muerte en la práctica en los últimos años. Por tanto el número de países que no aplica ejecuciones es bastante superior, y en el caso del último año la cifra asciende hasta los 140.
PAÍSES CON PENA DE MUERTE
2015 no fue un buen año en cuanto a esta cuestión: al menos 1.634 personas fueron ejecutadas en todo el mundo, sin contar a China que no hace públicos los datos. Este dato supone un aumento del 54 por ciento con respecto al año anterior según el informe 2016 sobre la pena de muerte de Amnistía Internacional.
Si Turquía termina aprobándolo, serán 59 los países 'retencionistas' es decir, estados que mantienen la pena de muerte para delitos comunes. En el siguiente mapa se pueden ver los países que establecen la pena de muerte en su legislación, los que registraron ejecuciones en 2015, los que a pesar de tenerla aprobada no han ejecutado en los últimos diez años --abolicionistas en la práctica-- y los que no aplican la pena capital.