FREETOWN 12 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Sierra Leona ha anunciado este miércoles su decisión de cerrar sus fronteras al comercio con Guinea y Liberia, así como todas las escuelas, cines y discotecas de la región fronteriza, en un intento por hacer frente al brote de ébola.
Un total de 16 personas han muerto en el país a causa del virus, una cifra que se ha duplicado en la última semana, según el último balance facilitado por el Ministerio de Sanidad de Sierra Leona.
Las autoridades instalarán además puestos de control en la localidad de Kailahun, una de las más afectadas por la epidemia, al tiempo que ha solicitado que se informe de todos los fallecimientos antes de su entierro. Asimismo, personal médico supervisará el entierro de cualquier persona fallecida a causa del virus.
El viceministro de Información, Theo Nicol, ha argumentado que la decisión de cerrar las escuelas llega en respuesta a "la existencia de mayor contacto entre ños niños que entre los adultos". Los cierres no afectarán a iglesias y mezquitas, si bien los líderes religosos han pedido que acudan al médico a todas las personas que presenten síntomas.
El aumento de las muertes en Sierra Leone, en la que no había habido casos durante meses desde que apareció la enfermedad en marzo en la región, pone de manifiesto la debilidad del sistema sanitario del país.
El ébola tiene una tasa de mortalidad de hasta el 90 por ciento de los infectados y es muy contagiosa, transmitiéndose entre humanos a través del contacto con órganos, sangre, secreciones u otros fluidos corporales. Hasta ahora se había detectado en países como República Democrática del Congo, Uganda, Sudán del Sur y Gabón.
La enfermedad afecta principalmente a chimpancés, gorilas, murciélagos frutívoros, monos, antílopes y puercoespines, pero puede transmitirse a humanos que entren en contacto con los animales infectados, según los datos de la OMS.