Familia de desplazados internos en Afganistán
NRC/ENAYATULLAH AZAD
Publicado: miércoles, 24 enero 2018 12:02

El número de desplazados internos se ha triplicado en los últimos 5 años y el 97% dice huir de la violencia y la persecución

MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Siete de cada diez afganos que regresan a su país tras permanecer años como refugiados en Pakistán e Irán o tras ser devueltos desde otros países, principalmente europeos, se ven forzados a tener que huir de nuevo de la violencia que registra Afganistán, en algunos casos en más de una ocasión, según el informe publicado este miércoles por el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) y el Centro de Observación del Desplazamiento Interno (IDMC).

Además, el informe 'Escapando de la guerra en Afganistán: ¿Dónde ir después?' pone de manifiesto que el número de desplazados internos en el país se multiplicó por tres en los últimos cinco años, pasando de 492.000 en 2012 a 1,5 millones a finales de 2016. Según los últimos datos de la ONU, en 2017 hubo unos 450.000 desplazados, una media de 1.200 al día.

Por otra parte, unos 3 millones de afganos viven como refugiados en Pakistán e Irán, algunos de ellos de segunda o tercera generación, si bien en los últimos años se ha estado promoviendo su retorno a Afganistán, lo que se ha traducido en el regreso a su país de origen de una media de 300.000 al año desde 2012, a menudo para volver a abandonar el país o vivir como desplazados, según el informe.

Según han constatado las dos ONG, el 72 por ciento de los afganos que han regresado se han visto desplazados a su regreso dos y hasta tres veces. Estos 'retornados-desplazados', como se les define en el informe, se suman a la carga que ya suponen los desplazados internos existentes.

Actualmente, tres de cada cuatro hogares de desplazados en Afganistán no recibe ninguna asistencia y la mayoría recurren a vías de supervivencia extremas, como saltarse comidas o recurrir al trabajo infantil --el 20 por ciento de las familias envían a uno de los hijos a trabajar--, han denunciado el NRC e IDMC.

En este sentido, no es de extrañar que uno de cada dos consultados por las ONG hayan confesado tener problemas para satisfacer sus necesidades alimentarias. Tampoco tienen acceso a otros servicios básicos como agua y saneamiento, salud o educación, y el 80 por ciento de las familias están altamente endeudadas.

EL 94% HUYE POR LA VIOLENCIA Y LA PERSECUCIÓN

En cuanto al motivo por el que los afganos abandonan sus hogares, el 94 por ciento afirman que por el conflicto, la violencia o la persecución, un 19 por ciento más que con respecto a 2012.

Según el informe, la mayoría de los desplazados en 2017 consultados para el estudio procedían de Nangarhar --la provincia en la que ha sido atacada la sede de Save the Children en Jalalabad este miércoles-- o de Kunduz. El 84 por ciento de los primeros dijeron que habían huido porque sus comunidades están ahora en manos de Estado Islámico mientras que el 97 por ciento de los desplazados en Kunduz huyeron de zonas actualmente bajo control talibán.

Entretanto, y pese a que la ONU volvió a designar en 2017 a Afganistán como país con un 'conflicto activo' y no en situación de 'postconflicto', los índices de aceptación de solicitudes de asilo de afganos en los países vecinos y en Europa se han reducido drásticamente en los dos últimos años, han lamentado las ONG.

"Los hallazgos de nuestro informe deberían hacer que los países europeos y los vecinos de Afganistán congelen las deportaciones y se replanteen sus políticas", ha defendido el secretario general del NRC, Jan Egeland.

"Afganistán, arrasado por la guerra, no es un lugar hoy en día al que regresar", ha subrayado, advirtiendo que quienes toman las decisiones seguramente terminarán "lamentando los masivos retornos involuntarios en un momento en que las condiciones están empeorando en todo Afganistán". Además, ha prevenido Egeland, "puede desestabilizar toda la región y llevar a un incomensurable sufrimiento entre las familias deportadas".

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