Actualizado: lunes, 25 enero 2010 11:26

PUERTO PRÍNCIPE, 25 Ene. (Reuters/EP) -

Por el momento no se han producido los temidos brotes de enfermedades infecciosas en Haití tras el devastador terremoto del pasado 12 de enero, pero responsables sanitarios adviertieron este domingo (lunes en España) de que siguen siendo una amenaza para los supervivientes de la tragedia, muchos de los cuales viven en campamentos improvisados sin las condiciones sanitarias necesarias.

Los médicos temen que los superpoblados campamentos de refugiados puedan contribuir a la propagación de enfermedades como las fiebres tifoideas y el sarampión. Asimismo, están especialmente preocupados por las miles de personas que han sido sometidas a operaciones quirúrgicas y que ahora necesitan evitar infecciones si quieren recuperarse.

"Estamos hablando de miles de amputados y quizá la mitad de la gente que ha sido amputada ha perdido varios miembros", explicó la doctora Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), en rueda de prensa en el aeropuerto de Puerto Príncipe. Otros muchos sufrieron daños en la cabeza o los ojos, "no se trata sólo de miembros", añadió.

Ahora que las intervenciones por traumatismos disminuyen una vez que se da por concluida la fase de rescate, los médicos se concentrarán en la recuperación de los heridos. "El perfil está cambiando y habrá necesidades diferentes en la fase de postoperatorio y seguimiento", indicó Roses.

Esta labor es complicada ya que los hospitales que quedan en el país --once resultaron destruidos y otros muchos dañados-- tienen poca capacidad y porque muchos de los que han sido intervenidos no tienen casas en las que poder recuperarse. "La gente no quiere salir de los hospitales y también sus familiares no quieren que salgan", señaló la responsable de la PAHO.

Pese a las milies de intervenciones que se han practicado, todavía siguen llegando a las clínicas pacientes con huesos fracturados y con otro tipo de heridas que no han sido tratadas casi dos semanas después del seísmo y que requieren de una atención especializada que no siempre está disponible, reconoció Roses.

Los responsables sanitarios también están preocupados por el inicio de los seis meses de temporada de huracanes en junio. Haití ha sido un país especialmente afectado por las tormentas en los últimos años, que dejaron cientos de muertos en 2008. "Pensamos que fuimos muy afortunados de que no tuvimos huracanes", admitió Roses, aunque, "por supuesto, tuvimos el terremoto".