BOGOTÁ, 20 Dic. (EDIZIONES) -
Los wayúu viven esparcidos en pequeños asentamientos rurales de La Guajira, en el norte de Colombia, y --como tantas comunidades indígenas en el mundo-- han escapado a la atención pública. Hasta ahora, cuando han atraído la mirada internacional por una plaga que los está masacrando lenta pero certeramente: la pobreza.
El caso de los wayúu ha llegado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de manos de dos ciudadanos colombianos, Javier Rojas y Carolina Sáchica, que, cansados de ver la discreta desaparición de sus compatriotas, decidieron acudir a Washington el 9 de febrero de 2015.
Rojas y Sáchica alegaron que "la vida e integridad personal de los wayúu está en riesgo en vista a la falta de acceso a agua potable y al estado de desnutrición que el mismo causa a la comunidad, en especial a los niños", y para probarlo un dato: 4.770 niños han muerto en ocho años.
La tasa de mortalidad para los niños wayúu menores de cinco años es del 32 por cada mil y la principal causa es "la desnutrición severa en grado tres", en lo que constituyen "muertes evitables", tal y como ha reconocido la Defensoría del Pueblo.
La Guajira "ha registrado los más altos índices de desnutrición global, ocupando el primer lugar en Colombia con una prevalencia del 11,2 por ciento", de acuerdo con la encuesta nacional realizada a principio de este lustro.
AGUA Y CARBÓN
Los demandantes han achacado esta situación a la falta de acceso al agua potable que vendría causada, además de por la naturaleza desértica de La Guajira, por los proyectos mineros que han proliferado en los últimos tiempos.
"En el subsuelo del departamento existirían yacimientos importantes de hidrocarburos y minerales, como el carbón, los cuales se extarían explotando desde hace años, y estarían impactando la dinámica social y ambiental de la región", señalan.
Uno de los principales problemas es que "el agua del río Ranchería estaría siendo destinada al Proyecto Carbonífero del Cerrejón". Sus aguas están ahora retenidas en una presa "cercada" a la que solo pueden acceder personas autorizadas por el Gobierno.
"Los sistemas de almacenamiento de agua que proveían agua a las comunidades de La Guajira están completamente secos", lo que impide el consumo humano y realizar actividades que constituyen "el sustento básico" de los wayúu, como la cría y el pastoreo.
Más allá del agua, la explotación minera a cielo abierto ha multiplicado los obstáculos vitales a los que se enfrentan los wayúu: las infecciones respiratorias agudas en menores de cinco años serían del 11,6 por ciento y las enfermedades diarreicas del 15,2 por ciento.
MEDIDAS CAUTELARES
La CIDH ha reaccionado y, ante la ineficacia de los programas de desarrollo lanzados por el Gobierno en La Guajira, ha dictado esta semana una serie de medidas cautelares para garantizar la supervivencia de los wayúu a través de sus niños.
"Los alegatos de hecho y derecho demuestran que los miembros de estas comunidades se encuentran en una situación de gravedad y urgencia, puesto que sus vidas e integridad personal se encontrarían amenazadas y en riesgo", ha argumentado.
La CIDH ha pedido a Colombia "asegurar la accesibilidad y calidad de los servicios de salud, con un enfoque integral y culturalmente adecuado, con el fin de atender la desnutrición infantil, así como tomar medidas inmediatas para que las comunidades puedan tener, a la brevedad posible, acceso al agua potable y a alimentos en calidad y cantidad suficientes".
Asimismo, ha solicitado al Estado "que concierte las medidas a adoptarse con los beneficiarios y sus representantes" y que "informe a la Comisión sobre la adopción de las medidas cautelares requeridas en forma periódica".
'SÍ' DE LA CASA DE NARIÑO
El viceministro de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Exteriores, Francisco Echeverry, ya ha adelantado que Colombia acatará las medidas cautelares de la CIDH, "más tratándose de un tema de integridad física, protección de niños y adolescentes".
En concreto, el funcionario colombiano ha adelantado que el Ejecutivo iniciará un diálogo con los wayúu, asesorado por la Comisión, para garantizar los derechos de la comunidad indígena a través de soluciones permanentes.
"Colombia va a responder, no solo en una ocasión, sino que va a seguir haciéndolo", ha afirmado, al tiempo que ha subrayado que el Gobierno ya ha hecho "un gran esfuerzo" humanitario en La Guajira.