PARÍS, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos franceses han convocado nuevas protestas y una jornada de huelga para el mes de octubre en Francia contra del aumento de la edad de jubilación y la reforma de las pensiones presentada por el Gobierno de Nicolas Sarkozy, tras el "rotuno éxito" de la última convocatoria del jueves 23 de septiembre.
En concreto, las organizaciones sindicales han convocado una gran jornada de concentraciones y manifestaciones en todo el país el sábado 2 de octubre para "reforzar la movilización y permitir a nuevos trabajadores comprometerse con las protestas".
Para el martes 12 de octubre, los sindicatos han organizado una "nueva jornada masiva de huelgas y manifestaciones" durante el debate de la ley en el Senado francés, en un trámite parlamentario que comenzará a partir de 5 de octubre y podría alargarse hasta el día 20 del mismo mes.
En su opinión, esta jornada servirá para aumentar la movilización en caso de que los parlamentarios no tengan en cuenta las peticiones de la ciudadanía y el Gobierno francés siga comportándose de forma "intransigente".
En un comunicado conjunto, las organizaciones sindicales consideran que la huelga celebrada el 23 de septiembre fue un "rotundo éxito" y aseguran que la participación "masiva" de los trabajadores, tanto del sector público como del privado, reafirman su determinación a "no aceptar una reforma injusta e ineficaz".
Además, señalan que esta última jornada de huelga ha estado marca por la asistencia de más trabajadores del sector privado, especialmente de las pequeñas y medianas empresas, así como por la presencia de más jóvenes y mujeres. Así, destacan el amplio apoyo que tiene el rechazo a ampliar la edad mínima de jubilación de los 60 a los 62 años y exigen un "verdadero debate" y que se estudien otras alternativas al proyecto de ley.
Por su parte, el primer ministro francés, François Fillon, volvió a rechazar cualquier cambio en el proyecto de ley del Gobierno francés en la línea con lo que reclaman los sindicatos y recalcó que se trata de una reforma de las pensiones "necesaria y razonable".
"Tenemos que responder con calma a la calle porque gobernar implicar escuchar a todos, implica respetar a todos, pero gobernar también es saber decir a veces que no", aseguró durante una conferencia de su partido en la localidad francesa de Biarritz, donde negó que considere a los manifestantes como "enemigos".