MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha reaparecido este miércoles en la escena pública con una visita sorpresa a un centro educativo de la capital, Damasco, durante la que ha indicado que "hoy Siria en su conjunto está herida".
"No hay nadie que no haya perdido a uno de sus familiares, un hermano, un padre o una madre (...) pero eso no es comparable con la pérdida de un hijo", ha dicho el presidente sirio en el centro educativo, en el que se celebraba una jornada de conmemoración de los estudiantes fallecidos en el país "a causa de actos terroristas".
"Quería estar en contacto con vosotros para conseguir energía a pesar del dolor provocado por la pérdida de vuestros hijos", ha dicho. "Lo que nos ocurre no puede volvernos débiles, ya que la batalla es una batalla de la voluntad y la constancia, y, mientras sigamos fuertes, protegeremos al resto de los hijos de la patria", ha valorado.
Tras sus palabras, el presidente sirio y su mujer, Asma al Assad, han recibido a los familiares de los profesores fallecidos en el marco del conflicto mientras impartían clase.
"Los ataques por parte de los terroristas contra los profesores reafirman que la principal batalla de Siria es contra el oscurantismo, ya que fallecieron cuando expandían la ciencia y la cultura. Sin los esfuerzos de los profesores no tendríamos universidades o científicos", ha valorado.
"Nuestro mensaje a los enemigos de Siria será a través de la continuación del camino tomado por los profesores y los mártires para lograr nuestro objetivo: una Siria fuerte frente a la ignorancia", ha agregado Al Assad.
Esta ha sido la primera aparición en público del presidente desde el 24 de enero, cuando acudió a una ceremonia religiosa en conmemoración del aniversario del nacimiento del profeta Mahoma que se celebró en la mezquita damascena de Al Afram.
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el régimen de Al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.