El líder de las FDS alertó recientemente que un ataque turco provocará "una guerra en todo Siria"
MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Siria han confirmado este lunes el despliegue de militares en las localidades de Ain Isa y Ain al Arab, situadas en las provincias de Raqqa y Alepo, tras un acuerdo con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) ante las amenazas de ofensiva por parte de Turquía.
Según las informaciones recogidas por la agencia estatal siria de noticias, SANA, "unidades del Ejército sirio han reforzado sus posiciones en Ain Isa y Ain al Arab como parte de los esfuerzos del Estado para establecer la seguridad y la estabilidad en todo el territorio sirio".
El anuncio ha llegado apenas unos días después de que el líder de las FDS, Mazlum Abdi, indicara sus las fuerzas kurdas se habían retirado de la zona para permitir su reemplazo por militares sirios, antes de defender que las FDS han cumplido con su parte en el acuerdo de alto el fuego de 2019.
"Esta vez no será una guerra de las FDS y los kurdos, sino que será una guerra en todo Siria. La guerra será con los que no quieren que el territorio sirio sea invadido", sostuvo, tal y como recogió la agencia kurda de noticias Mezopotamya.
Así, destacó que "el Estado turco continúa sus esfuerzos, iniciativas y amenazas en la frontera" y denunció que Ankara "ha amasado tropas en la región fronteriza". "Creemos que no han atacado porque no han encontrado la oportunidad para ellos", sostuvo.
El líder de las FDS indicó además que "es Turquía la que no ha cumplido con el acuerdo" alcanzado en 2019 y agregó que las zonas controladas por las fuerzas kurdas fueron atacadas cientos de veces con drones durante el último mes, matando a seis civiles.
"Las zonas ocupadas por Turquía se han convertido en una zona segura para Estado Islámico", destacó, después de la muerte de sus líderes Abú Bakr al Baghdadi y Abú Ibrahim al Hashimi al Quraishi, y otros altos cargos en operaciones estadounidenses en estas áreas.
En este sentido, Abdi resaltó que las FDS "no pueden combatir en dos frentes" y alertó de que si Turquía lanza una ofensiva --apoyada por el Ejército Libre Sirio (ELS)--, "no se podrá mantener la lucha conjunta --con la coalición liderada por Estados Unidos-- contra Estado Islámico".
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó el 1 de junio "una nueva fase" en la ofensiva militar turca en el norte de Siria contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) --principal integrante de las FDS--, que en este caso tendrá su foco en las ciudades de Tel Rifat y Manbij.
"Estamos entrando en una nueva fase de nuestra decisión de establecer una zona segura de 30 kilómetros al sur (de la frontera entre Turquía y Siria)", manifestó, antes de agregar que las citadas localidades serán "limpiadas de terroristas" y criticar que Estados Unidos y Rusia no han cumplido sus compromisos de garantizar una zona tapón en la frontera.
Turquía considera a las YPG como la filial siria del grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), con presencia en Turquía. Las YPG son a su vez la columna vertebral de las FDS, clave en la lucha contra Estado Islámico en Siria.
Por ello, las Fuerzas Armadas turcas lanzaron en 2016 la 'Operación Escudo del Éufrates' contra las YPG con apoyo del ELS, una coalición de grupos rebeldes a la que Ankara respalda en el marco de la guerra en Siria.
Posteriormente, Ankara anunció el 29 de marzo de 2017 el fin de la operación, si bien resaltaron que mantendrían su intervención militar en Siria bajo otro nombre. Asimismo, en 2019 lanzaron la 'Operación Manantial de Paz' contra las YPG en el norte del país.