Siria necesita ayuda ahora pero con la vista puesta también en su futuro, reclaman las ONG

Desplazados internos en Siria
UNICEF/DELIL SOULEIMAN - Archivo
Actualizado: martes, 12 marzo 2019 14:13

Las agencias humanitarias defienden la necesidad de trabajar en áreas controladas por el Gobierno

Reclaman que no se fuerce el retorno de los millones de refugiados y desplazados

MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

La violencia en Siria ha remitido en gran medida después de que el régimen de Bashar al Assad haya conseguido recuperar buena parte del control del país tras ocho años de guerra pero las necesidades de la población aún son ingentes, advierten las ONG, que piden a los donantes mantener su ayuda de emergencia pero también empezar a pensar en la necesaria reconstrucción.

"La crisis no ha acabado en Siria. Pese a la reducción de violencia general, las hostilidades persisten y sigue muriendo gente cada día", subraya la responsable geográfica de Acción contra el Hambre para Siria y la región, Chiara Saccardi. "Y aun cuando cesen, la situación no cambiará de la noche a la mañana", añade.

"Siria es un país devastado, ocho años de conflicto han destruido mercados, medios de vida, infraestructuras de agua... Volver al punto de partida llevará tiempo", defiende Saccardi.

Oxfam y el Consejo Danés para los Refugiados (DNR) coinciden. Aunque en muchas zonas del país los combates han disminuido, 11,7 millones de personas aún dependen de la ayuda humanitaria, más del 60 por ciento de las cuales se encuentran en zonas controladas por el Gobierno sirio, subrayan en un comunicado conjunto.

En la actualidad, según las estimaciones de la ONU, más del 80 por ciento de la población vive por debajo del umbral de pobreza, más de una de cada tres escuelas ha sufrido daños o quedado completamente destruida, y más de dos millones de niños y niñas están sin escolarizar.

Como resultado de la contienda, numerosas viviendas y escuelas han quedado destruidas, hay barrios enteros sin suministro de agua potable y saneamiento, y muchos sirios se han quedado sin sus medios de vida, alertan estas dos ONG.

Sin embargo, lamentan, por ahora gobiernos y otros donantes se resisten a financiar trabajos que contribuyan a la reconstrucción del país, especialmente de las zonas controladas por el Gobierno, dejando así a millones de sirios y sirias a merced de la ayuda.

"Se necesita dinero para ayudar a millones de sirios y sirias afectados por ocho años de brutal conflicto a recuperar sus vidas", sostiene el director de Oxfam en Siria, Moutaz Adham. Todos ellos necesitan "alimentar a sus familias, tener un techo y enviar a sus hijos e hijas a la escuela" pero, según Adham, "no quieren donativos, sino un pequeño 'empujón' para reconstruir sus vidas y poder volver a depender de sí mismos".

DENUNCIAN LAS RESTRICCIONES DEL GOBIERNO SIRIO

Por otra parte, Oxfam y en DRC denuncian que el Gobierno sirio impone restricciones de acceso y de contacto con la población, además de contar con un "complejo y opaco sistema de autorizaciones" lo que dificulta la labor de las organizaciones humanitarias en todo el país.

"El hecho de que el control sobre una zona cambie no significa que las personas ya no precisen ayuda", defiende el director del DRC en Siria, Mark Ohanian, que recuerda que la respuesta de las ONG debería orientarse en base a "las necesidades y expectativas de la población siria".

En este sentido, con motivo de la conferencia de donantes que arranca este martes en Bruselas, Ohanian les ha reclamado que financien "una respuesta humanitaria completa para todo el país, que incluya programas de recuperación temprana y resiliencia que permitan a la población siria recuperar sus vidas de forma digna".

Según el responsable del DRC, hacen falta "fondos para financiar servicios básicos como el suministro de agua, la educación y la atención sanitaria" pero también el acceso de las organizaciones humanitarias. "Sin su apoyo, la población siria seguirá sufriendo durante muchos años", previene.

El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) coincide en que se deben dar fondos para ofrecer asistencia también en las zonas bajo control gubernamental. "Unas dos terceras partes de las personas necesitadas de ayuda humanitaria en Siria ahora residen en áreas controladas por el Gobierno", destaca el director para Oriente Próximo del NRC, Carsten Hansen.

"Además de las restricciones impuestas por el Gobierno a los trabajadores humanitarios, varios países donantes se han mostrado reacios a aumentar los fondos para programas gestionados desde Damasco", lamenta.

En este sentido, recuerda a los donantes que "las personas afectadas por la guerra y el desplazamiento tienen el mismo derecho a asistencia". "No importa si el Gobierno o un grupo armados controlan la zona y no debería importarle a los donantes", defiende el responsable del NRC.

EL RETORNO DEBE SER VOLUNTARIO Y SEGURO

Por otra parte, Acción contra el Hambre llama la atención sobre la necesidad de que el retorno de refugiados y desplazados sirios sea voluntario, digno y seguro y aboga por esperar a que se den las condiciones propicias.

Según la ONG, aproximadamente 1,4 millones de sirios volvieron a su hogar en 2018, pero una gran mayoría se encontró sin casa ni servicios de salud, educación o agua y saneamiento. También es clave la limpieza de explosivos, defiende ACH puesto que aunque cesen las hostilidades una de cada dos personas está expuestas a los riesgos asociados a minas y restos de explosivos.

"La mayoría de los refugiados quieren regresar en último término y reconstruir sus vidas y la comunidad internacional debería ayudarles a hacerlo realidad", señala a su vez el responsable de NRC para la región. En este sentido, se muestra de acuerdo en que "ninguna persona debería ser empujada o forzada a regresar a zonas donde sus vidas puedan estar en peligro".

Por ello, desde el NRC piden a los donantes que "sigan apoyando a los países vecinos, que durante ocho años han mostrado una increíble generosidad acogiendo a millones de refugiados para que estos puedan seguir viviendo de forma segura y digna". La guerra ha dejado 5,7 millones de refugiados y 6,2 millones de desplazados internos.

Así las cosas, el responsable de incidencia humanitaria en Acción contra el Hambre, Jean-Raphaël Poitou, sostiene que "la reunión de Bruselas es la oportunidad para demostrar que la comunidad internacional no da por zanjada la crisis y sigue comprometida con el pueblo sirio".

En este sentido, subraya que la ayuda no puede limitarse a la respuesta de emergencia sino que debe empezar a integrar programas de resiliencia como apoyo a la agricultura, la ganadería y la generación de ingresos.