MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Siria ha tildado este miércoles de "atroces actos criminales" los dos atentados suicidas perpetrados durante la jornada en la capital del país, Damasco, que han dejado más de 30 muertos y decenas de heridos.
En sendas cartas a la Secretaría General y al presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ha indicado que los atnetados han sido ejecutados "en respuesta a las victorias del Ejército y sus aliados frente a las organizaciones terroristas Estado Islámico y Frente Fatá al Sham --antiguo Frente al Nusra--".
"Los ataques buscan aumentar el sufrimiento del pueblo sirio y dañar los esfuerzos destinados a poner fin a la crisis en Siria", ha argumentado el Ministerio de Exteriores, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.
En este sentido, ha apuntado que "no es sorprendente" que los atentados han sido perpetrados en medio de las reuniones en la capital de Kazajistán, Astaná, y poco antes de una nueva ronda de encuentros en la ciudad suiza de Ginebra.
"Siria afirma que no abandonará su guerra contra el terrorismo, sin importar los desafíos o los métodos engañosos adoptados por algunos países del Consejo de Seguridad de la ONU o el aparato de propaganda terrorista", ha remachado.
El primero de los atentados se ha producido en el Palacio de Justicia, situado cerca de la Ciudad Vieja, y, según el ministro de Justicia, Najem al Ahmad, habría 31 muertos, en su mayoría civiles, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
Según ha informado a SANA una fuente del Mando de la Policía de Damasco, el suicida vestía uniforme militar y llevaba un fusil y una granada.
Al ser parado por la guardia y entregar ambas armas en la puerta exterior del edificio, ha conseguido correr hacia la puerta del patio del Palacio de Justicia, accionando el cinturón explosivo que portaba.
La explosión se ha producido "en un momento en el que la zona está muy concurrida" con abogados, jueces y civiles, ha explicado a la cadena de televisión Al Ijbariya Ahmed al Sayyid, un alto cargo legal.
Poco después, otro terrorista suicida se ha inmolado en un restaurante en el barrio de Al Rabweh, al oeste del escenario del primer ataque, dejando varias víctimas, según los medios oficiales, sin que por el momento haya un balance de muertos. Al parecer, ha accionado su artefacto tras ser perseguido por las fuerzas de seguridad.